Política

Meloni negocia cargos de peso para Italia en la UE

Pide a FI y Liga bajar el tono por choques internos.

La premier italiana con el nuevo presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa.

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 22 JUL - Giorgia Meloni está dividida entre Bruselas y Roma estos días, con las negociaciones en torno al comisario europeo que se le debe asignar a Italia y sus esfuerzos por aplicar las continuas reyertas entre los aliados de su partido Hermanos de Italia en la coalición de gobierno, la Liga y Forza Italia.
    Todo en un momento en que la actividad gubernamental no se puede frenar, con un Parlamento que debe trabajar a todo ritmo para aprobar todos los decretos antes del receso de verano.
    Todo indica que el tema que más interesa a la premier es la discusión que deberá tener con la reelecta titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y, mientras espera sus primeras señales, recibió en Roma al nuevo presidente del Consejo Europeo, el portugués Antonio Costa.
    Se trató de la primera visita oficial de Costa desde que asumió, una señal "muy positiva", según Roma, y fue un encuentro que ha ido "muy bien", dijeron fuentes del gobierno tras el encuentro a solas de aproximadamente una hora entre ambos.
    Al dejar el Palacio Chigi, Costa subrayó que Italia "es un país fundador", mientras que el gobierno italiano hizo saber que Melonio apreció el deseo del portugués de "garantizar un liderazgo compartido y pragmático" del Consejo.
    Las fuentes recordaron que en la reunión también se habló de "método", precisamente una de las razones que esgrimió Meloni para votar en contra de la nominación del ex primer ministro socialista de Portugal.
    El encuentro fue también una oportunidad para que la premier italiana reiterara que Italia aspira a "una delegación importante", como "merece", en la UE, una negociación que según fuentes de Bruselas aún no está cerrada. El de Cohesión, combinado con Presupuesto y Pnrr, es la cartera a la que aspira Roma, que considera hecha a medida para el ministro Raffaele Fitto, que tiene los mismos poderes en su país. Mejor aun, como repite Antonio Tajani, si además hubiera "una vicepresidencia".
    Ser el nuevo comisario para el Mediterráneo sería considerado una pérdida de poder, no es ningún secreto, aunque el propio Fitto disimule y evite responder a una pregunta explícita al respecto.
    El objetivo es garantizar que no haya riesgo de "problemas" en los temas en los que Roma está más expuesta, desde el PNRR hasta las infracciones de las cuentas públicas, como efecto colateral del voto en contra del segundo mandato de Von der Leyen de dos de los tres socios del gobierno.
    Pero el juego no ha terminado y por eso Meloni no anuncia oficialmente la candidatura, que debería encabezar Fitto, acompañado de una mujer que podría ser una personalidad del territorio, pero no una expresión del partido.
    En cualquier caso, necesitamos "un comisario que conozca los cuartos secretos de Bruselas, del Consejo, del Parlamento Europeo", repite Salvini, líder de Forza Italia, con quien Meloni habló en las últimas horas, como habló con Matteo Salvini de la Liga ("siempre se ven, es algo normal", minimizan en Palazzo Chigi).
    La primera ministra habría pedido a sus vices y aliados "bajar el tono", porque la competencia y la búsqueda de diferenciación están bien, según el razonamiento, pero debe haber un límite.
    Evidentemente en Bruselas cada uno pertenece a una familia diferente. Y está igualmente claro que cada uno tiene sus propios problemas internos: Tajani atrapado entre las sugerencias de la familia Berlusconi y las diferencias dentro del PPE entre quienes patrocinaron el acuerdo con los Verdes y quienes, como FI, se preparan para "no votar" los nombres de las presidencias de las comisiones de la Cámara Europea propuestas por los Verdes.
    Salvini, que siempre presiona para que haya conflictos, incluso con Bruselas (más recientemente también en el ámbito de las concesiones de autopistas).
    Pero todo esto no debe afectar el mensaje enviado por Meloni a los aliados sobre la acción gubernamental. De lo contrario, susurra más de un miembro de la mayoría, podría dejar de ser solo una provocación aquello de proponer "ir a ver qué piensan los italianos". (ANSA).
    Leggi l'articolo completo su ANSA.it