"A estas alturas, con la desertificación y el cambio climático, tenemos que empezar a plantearnos, sobre todo nosotros, que somos una isla, el tema de la reutilización del agua del mar.
"Creo que Sicilia debe empezar a mirar con audacia, pero con convicción, a la solución del problema mediante el uso del agua de mar, la desalinización y las grandes plantas potabilizadoras.
Este es el escenario que contemplo y creo que es un «escenario obligatorio", agregó el gobernador.
Un camino que no convence del todo a algunos exponentes de la ONG ambientalista Legambiente, como Giuseppe Riccobene, exponente de la asociación en Agrigento, una ciudad que lleva décadas luchando contra la sequía y donde hoy el agua llega a algunos barrios cada 32 días.
"El costo de la factura sería enorme", explica Riccobene, que propone otras dos recetas: acabar con el despilfarro y construir pozos. "En Agrigento la red de agua es un coladero, perdemos casi el 60% del agua en las calles". explica.
El opositor Partido Democrático también señala con el dedo el despilfarro y la mala gestión: "La media nacional de consumo de agua, en lo que a usos civiles se refiere, reza un dossier elaborado por el exdiputado Franco Piro, es del 15,5%. En Sicilia, el porcentaje asciende al 36,6%".
La situación de los embalses también es preocupante: de los 46 que hay en la isla, solo 20 están activos, tres están incompletos, ocho con limitaciones, dos están fuera de servicio y 13 en fase de preparación.
Si en Agrigento los turnos de suministro de agua son rutinarios, las cosas no van mejor en Enna, donde el agua se distribuye cada siete días, y en Caltanissetta, donde en algunos distritos falta agua desde hace 110 días.
"Obviamente, lo que llega a los grifos no es suficiente y la gente recurre a los camiones cisterna de Protección Civil y los Bomberos. Y aquí el problema no es sólo de costes, explica Monia Parlato, que encabeza la protesta de los ciudadanos de Enna, sino también de higiene y salud".
Hace poco, la Guardia di Finanza descubrió que algunos sacaban agua de los ríos. "¿Cómo pueden utilizarla sin garantías? En los últimos días, la fiscalía de Enna también abrió una investigación para determinar posibles responsabilidades en la gestión del suministro de agua, que pierde entre 80 y 90 litros por segundo", agrega.
Para hacer frente a una emergencia que promete ser duradera, el gobernador Schifani, comisario para la emergencia hídrica en Sicilia, apuesta no solo por los desalinizadores, sino también por intervenciones radicales.
"Debemos asegurarnos de que estas medidas formen parte de una intervención estructural, no tirar el dinero, sino asegurarnos de que sea el inicio de un proceso de reestructuración de la red de agua de Agrigento, de la red de Caltanissetta y de la reorganización de algunas zonas como parte de un proyecto más amplio", sostiene.
Así pues, la carrera ha comenzado, pero el futuro es negro: los embalses están ya casi secos. Tanto es así que incluso en Palermo, donde hasta el final se intentaron evitar los turnos, habrá, al menos en algunos barrios, racionamiento.
Mejor suerte corre la Sicilia oriental, que, sobre todo en la zona de Catania, puede contar con los acuíferos del Etna.
Pero incluso allí, el despilfarro en las redes es impresionante: solo en Siracusa se pierden 60 litros de agua por cada 100.
(ANSA).
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