Por su parte, la canasta básica, que incluye alimentos y productos para el hogar, sí mostró una aceleración en octubre, al tener un aumento del 2,2 por ciento, frente al 1% del mes anterior, lo mismo que los productos de alta frecuencia de compra, que pasaron del 0,5 al 1 por ciento.
La ligera aceleración de la tasa anual de inflación en octubre refleja principalmente, sostiene el Istat, la evolución de los precios de los alimenticios, tanto transformados (de +1,5% a +2,0%) como sin transformar (de +0,3% a +3,3%).
Esa alza fue compensada en parte por la baja de los precios de los bienes energéticos no regulados (del -11,0% a -10,2%).
La dinámica alcista de los precios se vio favorecida también por el aumento del ritmo de crecimiento de los precios de los servicios conexos (del +2,4% al +2,8%), compensados parcialmente por la marcada desaceleración de los precios de los bienes energéticos regulados (de +2,4% a +2,8%) y los precios de los servicios recreativos, culturales y de atención personal (del +4,0% al +2,0%).
En octubre, la «inflación subyacente», descontando energía y alimentos frescos, se mantuvo estable en el +1,8% y la inflación neta, solo de bienes energéticos, se aceleró al +1,9%. (ANSA).
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