"La huelga ha tenido un gran impacto en las ciudades, grandes y pequeñas, con una adhesión promedio del 90 por ciento", dijo el secretario general de uno de los sindicatos, Stefano Malorgio.
Malorgio precisó que la medida es en reclamo de "la renovación del contrato nacional y en protesta por la carencia de recursos, la falta de políticas de programación, la reforma del sector y por la salud y seguridad en el trabajo".
En Roma no funcionó ninguna de las líneas de metro y también hubo una fuerte reducción en el número de autobuses y tranvías.
En Nápoles, la paralización fue absoluta, con lo que el tráfico, habitualmente difícil, era un caos absoluto.
En Milán cerraron tres líneas del metro y circulaban pocos autobuses y también había pocos servicios en ciudades como Turín, Bolonia, Bari o Perugia. (ANSA).
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