Tajani recibió a los representantes de los países de la región ampliada a Medio Oriente para reflexionar sobre las crisis que siguen cerniéndose también sobre Europa, empezando por las guerras de Gaza y Líbano.
Una ocasión para un debate abierto e informal, en presencia del Presidente de la República Sergio Mattarella, necesaria porque "no podemos acostumbrarnos a la guerra", como subrayó el también vicepremier, citando al Papa Francisco.
Los Diálogos Med, principal iniciativa de diplomacia pública de la Farnesina en colaboración con el instituto Ispi, atraerán a la capital durante tres días a representantes institucionales, expertos, analistas, jóvenes y exponentes de la sociedad civil, la economía y los medios de comunicación.
Tajani, que va y viene de Fiuggi, donde preside la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7, con la mirada puesta en el Mediterráneo, recordó el prolongado conflicto de Gaza, por el que están pagando el precio sobre todo los civiles palestinos. La prioridad -evaluó- debe seguir siendo el "alto el fuego" y la ayuda humanitaria, en lo que Italia ya está "en primera línea" con su iniciativa Alimentos para Gaza. Sin embargo, la solución de los dos Estados debe permanecer en el horizonte, advirtió.
En Roma se están manteniendo conversaciones con socios clave como Jordania, Egipto y la Liga Árabe. Un frente unido al considerar inaceptable el "statu quo" y señalar con el dedo a Israel, que "se sitúa por encima de la ley", es la convicción del ministro de El Cairo, Badr Abdelatty.
Como solución intermedia, el canciller egipcio imagina un acuerdo entre las facciones palestinas para un gobierno técnico en la Franja, con las tropas israelíes fuera.
En el Estado judío, todos están de acuerdo en desmantelar a Hamás tras el brutal atentado del 7 de octubre, pero no faltan los que siguen creyendo en los dos Estados: es la lectura que propone el analista Nimrod Goren, que pide a los "moderados" de ambos bandos que "comprendan las necesidades del otro".
Conectada a la crisis de Gaza está la escalada en Líbano.
"Ayúdennos a ayudarlos", es el llamamiento hecho por Tajani en el cara a cara con su colega Abdallah Bou Habib: es decir, Beirut debe romper el bloqueo político con la elección de un nuevo presidente y reforzar las instituciones.
Sobre el terreno, mientras tanto, Unifil sigue desempeñando su papel a lo largo de la Línea Azul. Un apoyo apreciado por las autoridades libanesas, hasta el punto de reiterar su condena de los ataques a las bases en el fuego cruzado entre Israel y Hezbolá.
En el centro del equilibrio mediterráneo se encuentra entonces África. Una "prioridad estratégica" para Italia, explicó Tajani, haciendo hincapié en el "nuevo enfoque basado en asociaciones igualitarias en materia de sanidad, formación, energía, seguridad alimentaria y agricultura, con iniciativas como el Plan Mattei".
El objetivo es "devolver la esperanza y el crecimiento a un continente que en 2050 tendrá más de 2.500 millones de habitantes" y con repercusiones positivas para Europa sobre los emigrantes y el suministro de materias primas. Por último, la estabilidad en la región pasa por la defensa de la libertad de comercio, amenazada por los hutíes con sus ataques a buques mercantes occidentales en el Mar Rojo. Para un país como Italia, que depende de las exportaciones, es algo decisivo, no solo desde el punto de vista de la seguridad.
Al hablar del Mediterráneo ampliado, además, "es imposible no pensar en los Balcanes", subrayó Tajani, que por primera vez invitó a representantes de esos países al Med. (ANSA).
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