En efecto, la CGIL y la UIL marcharon de norte a sur -en Bolonia estaba Maurizio Landini, en Nápoles, Pierpaolo Bombardieri- en el día de la huelga general, y con la foto de esas plazas los dirigentes sindicales confían que se reviertan las políticas "incorrectas" impulsadas por la premier italiana, Giorgia Meloni.
En una jornada en la que también hubo críticas para el ministro de Transporte, el ultraderechista Matteo Salvini, la oposición también se sumó a la marcha con los sindicatos, con la dirigente de Partido Democrático, Elly Schlein, en Roma.
Hubo consignas, pancartas y voces contra la Ley de Presupuesto 2025.
Pero el gobierno no se calló y reivindicó el trabajo realizado, empezando por la ley presupuestaria y el apoyo a los trabajadores: "A Landini no le gusta, pero al menos a 15 millones de empleados les gustará", respondió Salvini.
Y al líder de la CGIL, que llamó a la revuelta social, le respondió diciéndole que "tenga más cuidado, porque entonces alguien se lo tomará en serio".
La referencia en las nóminas es al recorte de la cuña fiscal, que a partir de enero se amplía a rentas de hasta 40 mil euros.
Para CGIL y UIL esto no es suficiente.
"Queremos darle la vuelta a este país", afirmó Landini, explicando que la rebelión social significa "no dar la espalda a las injusticias, sino unirse" para cambiar la situación.
"Respondemos a los insultos de Salvini con estas plazas llenas, democráticas, que piden cambios", manifestó, por su parte, Bombardieri.
Plazas tranquilas por donde desfilan trabajadores, desempleados, estudiantes, jubilados.
En una jornada en la que también hubo huelgas de los sindicatos de base como CUB, SGB y COBAS, en Turín se produjeron enfrentamientos entre fuerzas policiales y manifestante durante la marcha del "segmento social", con lanzamiento de huevos y bombas de humo.
Los manifestantes también quemaron una silueta de trapo que representaba el rostro del ministro Salvini -quien los llamó "dementes"- y tres fotografías de gran tamaño, incluida la de la primera ministra Giorgia Meloni.
Landini y Bombardieri defendieron, asimismo, el derecho de huelga, cuestionado -a su juicio- por el gobierno con la orden judicial y también por el proyecto de ley de seguridad que prevé hasta dos años de prisión para los bloqueos de carreteras durante las manifestaciones.
"Hay un giro autoritario", atacó el líder de la CGIL.
Contra lo cual "más de 500.000 personas en toda Italia optaron por salir a la calle", afirmó, informando de las estimaciones de los sindicatos.
"Palabras irresponsables", que corren el riesgo de "avivar el conflicto", también para el ministro de Administraciones Públicas y senador de Forza Italia, Paolo Zangrillo.
Por cuarto año consecutivo, los dos sindicatos realizaron una huelga general contra la medida, que no fue compartida por la CISL.
En la manifestación, en Roma, se encontraba la secretaria del Partido Demócrata, Elly Schlein, que canta con ellos "Bella ciao".
"Defendemos el derecho de huelga. Estamos y estaremos al lado de los trabajadores", a quienes el gobierno "sigue pisoteando".
A la manifestación también fue el exprimer ministro Massimo D'Alema, mientras en la plaza de Bolonia también estaba el nuevo presidente de la región de Emilia-Romaña, Michele de Pascale, así como la fuerza política Alleanza Verdi e Sinistra (AVS), con Nicola Fratoianni, quien apoya el objetivo de "cambiar las prioridades del gobierno".
Para el líder del Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, el presupuesto se realiza con recortes "que deja "a todos disconformes, excepto a las industrias armamentistas y a los bancos".
En las ciudades, hubo dificultades en el transporte, por lo que tras la medida judicial el freno se redujo a 4 horas: así, los autobuses y el metro cerraron entre las 9 y las 13 horas en algunas paradas.
Sin embargo, solo ITA canceló 109 vuelos (18 internacionales y 91 nacionales).
En ese contexto, CGIL y UIL hablaban de una media del 70% y picos del 100% en algunas empresas y servicios.
Pero según los sindicatos que no se han cruzado de brazos, los porcentajes son mucho menores. En Correos no superó el 4%, sostuvieron los sindicatos del sector, hablando de una "huelga farsa". En las escuelas, en tanto, fue del 5%. (ANSA).
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