Por tanto, podrá fumar en lugares aislados donde sea posible mantener una distancia de al menos 10 metros con otras personas.
El Ayuntamiento así lo decidió en el Reglamento de calidad del aire y se prevén multas que oscilan entre 40 y 240 euros para quienes no respeten la prohibición.
La restricción se refiere únicamente al consumo de tabaco, precisa el Palacio Marino, por lo que se permite el uso de cigarrillos electrónicos.
Milán fue la primera ciudad italiana en imponer medidas enérgicas contra el tabaquismo en lugares públicos. En la capital de Lombardía, la prohibición ya estaba en vigor desde 2021 en algunas zonas. En la actualidad ya no está permitido fumar en las zonas verdes públicas, excepto donde sea posible respetar la distancia de al menos 10 metros con otras personas, en las zonas dedicadas al juego, al deporte, en las paradas de transporte público, en los cementerios y en las instalaciones deportivas.
"Este segundo paso en relación con la prohibición de fumar, que extiende efectivamente a toda la ciudad la prohibición ya vigente en varias áreas y zonas, es principalmente una acción de sensibilización - explica la asesora de Medio Ambiente y Verde del municipio, Elena Grandi -, cuyo objetivo es desalentar estilos de vida que sabemos que son perjudiciales para la salud de todas las personas, no sólo de los fumadores".
El tabaquismo, según los datos de Arpa Lombardia comunicados por el Ayuntamiento, es responsable del 7% de las emisiones de polvo fino, por lo que perjudica a todos, no sólo a los fumadores. Por eso el Municipio quería esta restricción.
"Estamos hablando de una disposición que pretende ser una acción concreta de la que todos puedan beneficiarse - continúa Grandi que, como fumadora, se dice dispuesta a cambiar sus hábitos -, tanto en términos de salud personal como de bienestar general".
Sin embargo, está la cuestión de los controles que puede implementar el municipio para verificar el cumplimiento de la prohibición: hasta ahora, desde 2021 se han impuesto pocas sanciones a quienes sean sorprendidos fumando en lugares públicos prohibidos.
Según las intenciones del Ayuntamiento, la prohibición debería ser más bien una medida disuasoria, con el objetivo de llevar a los ciudadanos a un cambio cultural.
"Por eso contamos con la colaboración de todos - explica la asesora -. Me alegro de que esta medida esté encontrando el apoyo del mundo científico".
De hecho, la lucha contra el tabaquismo fue apreciada, entre otros, por Pier Mannuccio Mannucci, ex director científico del Hospital Mayor Policlínico y experto en los problemas derivados del tabaquismo.
"Esperamos que toda la comunidad científica, al compartir esta disposición, pueda contribuir y ayudarnos a crear conciencia sobre los daños del tabaquismo", concluye Grandi.
(ANSA).
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