"Sobre el acuerdo con el Mercosur, preguntamos qué piensa hacer la Comisión para compensar los desequilibrios.
"No estoy con (el presidente argentino Javier) Milei, ni con Coldiretti" (la asociación de productores agrícolas). Estoy con Italia", subrayó.
Para la premier italiana, "el hecho de fortalecer nuestras relaciones comerciales y de cooperación con el Mercosur ciertamente no está en discusión, lo que planteamos como problema es que este acuerdo de libre comercio, en un marco europeo ya muy complejo, no puede castigar a algunas cadenas de suministro".
"Podría ayudar a algunas áreas de nuestra industria y castigar a nuestros agricultores, por el tema de la reciprocidad". En Europa, explicó, "nos hemos impuesto reglas extremadamente estrictas, si luego decimos que importamos libremente de países que no las tienen, estamos creando un desequilibrio que pagaremos".
Meloni también defendió el enfoque de su gobierno sobre la transición energética, en particular en el campo automotriz, que se diferencia del de la UE.
"Nuestro sistema es uno de los más verdes del mundo entre los competidores globales, si lo masacramos creamos un problema de competitividad y ni siquiera ayudamos al medio ambiente", sostuvo Meloni.
La premier subrayó que "ninguno de nosotros cuestiona la emergencia climática y los ambiciosos objetivos para combatirla, sino la estrategia que la UE ha considerado necesaria para alcanzar esos objetivos, dictada por un enfoque demasiado ideológico que corre el riesgo de perseguir la sostenibilidad al precio de la desindustrialización".
"Los espacios - añadió - están ocupados por otros sin los mismos estándares, hay que encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y social, persiguiendo la neutralidad tecnológica", agregó.
Meloni destacó "el trabajo que Italia y la República Checa están realizando a la vanguardia en Europa, un documento oficioso sobre el sector del automóvil en la UE, que pide la revisión de algunas decisiones, como la relativa a las multas a las industrias, que están provocando el cierre de fábricas enteras para evitar tener que pagar multas por valor de miles de millones al año".
"Estoy satisfecha y optimista porque muchos países nos están siguiendo en esta estrategia y debemos seguir trabajando. Se trata de defender una cadena de suministro fundamental de la industria", destacó.
La premier subrayó que es "no necesitamos decir hasta qué punto la industria del automóvil está en crisis en Italia y en toda Europa. Debemos reflexionar sobre cómo está cambiando el consumo en nuestra sociedad".
"Crecimos en un mundo donde el coche definía el estatus social, ahora esto ya no es así, y para que haya una oferta efectiva también tiene que haber demanda", afirmó.
Meloni rechazó en especial seguir recomendaciones o presiones de figuras vinculadas a la industria automotriz eléctrica, como Elon Musk, que a menudo ha dicho ser su amigo y que ha opinado en cuestiones de política interna de Italia, como la cuestión migratoria, donde tuvo duras palabras hacia la Justicia.
"Tengo buenas relaciones con mucha gente, pero no recibo órdenes de nadie, eso debería alegrarlos. Soy una persona libre que interactúo con todos, pero no recibo órdenes de nadie", respondió a la pregunta de un legislador de la oposición sobre su relación con Musk.
"No sé qué película han visto, pero creo que debemos entender una diferencia fundamental entre nosotros y lo que hemos visto a lo largo de los años. Hemos visto líderes que pensaban que una buena relación significaba "hacer servilmente lo que otros hacían". (ANSA).
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