Política

Del silencio de prensa a la alegría, la orgullosa familia de la reportera

El padre dice que "es una reportera con pelotas". La madre emocionada.

Cecilia Sala en un abrazo entrañable con sus padres en Roma

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 8 ENE - La llamada llegó al móvil después de veintiún días, seguida de la emoción que bloquea las palabras. Cecilia Sala es libre y recién ahora también lo son las lágrimas de sus padres. Les informó la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
    "Estoy orgulloso de mi hija. Si oyen que se me quiebra la voz es porque no puedo ver el horizonte", confiesa ahora Renato Sala, padre de la periodista detenido en Teherán el pasado 19 de diciembre. Es el mismo que hace diez días, reprimiendo cualquier emoción, agradeció "a todos por las atenciones" hacia su hija, antes de guardarse en un obediente silencio. Ahora, en estas horas todo cambió.
    "Cecilia tenía habilidad y compostura. Lloró tres veces en mi vida y en sus días de encarcelamiento la escuché tres veces.
    Durante este período tuve la impresión de una partida de ajedrez, pero los jugadores no eran solo dos. En cierto momento el tablero se llenó y esto generó fuertes temores en un padre como yo, que lamentablemente ignora esos movimientos", narró Renato.
    Pero ahora "este paréntesis ha terminado. Papá, te quiero", le dijo la periodista a su padre mientras abrazaba a su familia tras aterrizar en el aeropueto de Ciampino, en Roma. Y por la noche cenan también junto a su madre, en un momento que hasta hace unas horas parecía impensable que pudiera suceder tan pronto.
    La madre, Elisabetta Vernoni, recuerda las primeras palabras de su hija por teléfono en el podcast de Chora Media: "Acababa de enterarme de su liberación por Giorgia Meloni, ya estaba en el taxi, Cecilia me llamó y me dijo: 'Mamá, yo'. Me estoy volviendo loca. Esta vez era la voz de Ceci como siempre.
    Diferente a la que había escuchado cuando estaba en prisión.
    Tenía la sensación de que estaría liberada pronto", apunta la mujer.
    El 29 de diciembre pasado Elon Musk recibió información directamente de la familia, escribe el Post. Después de que Meloni visitara a Trump y el asunto de Sala pareciera estar cerca de resolverse, la madre de Sala agradeció a Musk a través de su portavoz italiano, Andrea Stroppa, atribuyéndole un papel en los hechos y diciéndole que en su próxima visita a Italia le cocinaría un plato de cocina italiana de su elección. El magnate le respondió, nuevamente a través de Stroppa, que comerá cualquier cosa que Vernoni le prepare.
    Poco después de su regreso a Italia, Cecilia envió a sus compañeros de Chora Media un breve mensaje de voz: "Hola, he vuelto". Pero el primer abrazo una vez aterrizada en el aeropuerto fue para su pareja Daniele Raineri: "Me alegré mucho de haberla visto llegar, la encontré bien pero desgastada y cansada. Hay dos protagonistas en esta historia, una es Cecilia Sala y la otra es Giorgia Meloni".
    Seguramente es una periodista que ya se ha enfrentado al riesgo en otras ocasiones: "Me sentí incómoda en Ucrania y Afganistán, pero esta vez fue muy duro, también porque un padre no puede imaginar cuándo y cómo terminará una aventura como esta", dice el padre Renato.
    El hombre, que es gerente bancario de profesión, afirmó: "Mi esperanza, dado que ella también es muy buena en matemáticas, era que pudiera seguir una carrera en el Fondo Monetario Internacional. Y en lugar de eso se dedicó al periodismo: es duro para una mujer". "Es un tipo de trabajo que crea complejidad, pero nunca la he molestado por eso", deslizó luego.
    También agradeció a la inteligencia italiana y al gobierno, en particular al jefe de la Cancillería: "Afortunadamente, Antonio Tajani y yo vivimos durante doce años a un paso del otro y nuestra relación se transformó en una amistad. La comodidad de la información, aunque protegida, pero directa e inmediata, sin duda ayudó mucho", sentenció. (ANSA).
   

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