Política

Canciller Tajani: "el caso se desbloqueó de pronto, trabajo de equipo"

La situación del ciudadano iraní apresado en Milán está en el ámbito de la Justicia, afirma el jefe de la diplomacia italiana.

El canciller italiano, Antonio Tajani

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA, 08 GEN - La situación para la liberación de Cecilia Sala "se desbloqueó definitivamente esta noche, luego el director del AISE (inteligencia exterior), el prefecto Giovanni Caravelli, fuera a Teherán para la última entrevista", afirmó el canciller de Italia, Antonio Tajani.
    "Luego logró llevarse a Cecilia y acompañarla a Roma.
    Realmente un gran trabajo desde el día de su detención por parte de la policía iraní. Un trabajo del ministerio de Asuntos Exteriores, de inteligencia, de la primera ministra giorgia Meloni, que participó en varias reuniones para intentar, mediante una difícil operación diplomática, de inteligencia y política, traer a casa a esta ciudadana italiana", sentenció Tajani, ante los micrófonos de la RAI.
    El viaje de Meloni para ver a Donald Trump "tuvo un efecto político" en el caso Sala, "pero ya se estaba desbloqueando con el trabajo realizado, un efecto político general para dejar claro que Italia estaba hablando con Estados Unidos, pero, esa no es una consecuencia directa de la liberación de Sala", narró el canciller.
    "Pero es un mensaje claro de la presencia y del papel de prestigio de Italia, también en la zona de Oriente Medio, porque a pesar de las posiciones diferentes a las de Irán y otros países, Italia tiene credibilidad y tiene la capacidad de comunicarse con todos los países", acotó.
    "A su llegada, Cecilia Sala agradeció, pero luego afrontó un interrogatorio muy largo, toda la tarde. Pero ella estaba muy feliz, nos lo agradeció muchísimo. Le dije 'ahora ve y escribe, tal vez escriba sobre otras cosas por un tiempo', pero ella estaba muy feliz, muy satisfecha", afirmó el ministro. "Es una chica joven y también una periodista brillante, que tiene una buena carrera por delante, hay que animarla, pero a veces también hace falta prudencia. Pero se mostró satisfecha de haber vuelto a abrazar a sus padres, de haber visto a sus compañeros, subrayó.
    Tajani también sostuvo que el de Mohammad Abedini - el ingeniero iraní detenido por las autoridades italianas en Milán- "es otro asunto que no concierne ni a la Presidencia del Consejo de Ministros, ni al Ministerio de Asuntos Exteriores, ni a los servicios de inteligencia". "Se trata de la autoridad judicial bajo el control del ministro de Justicia Nordio, que tiene el poder de solicitar su liberación. Veremos qué pasa, si se concede o no el arresto domiciliario", apuntó el canciller.
    Desde Teherán "reiteraron que los dos hechos no estaban relacionados: también es un asunto espinoso" y "corresponde a nuestro sistema de justicia independiente, que no recibe órdenes del gobierno: examinará los documentos y luego decidirá si otorgar arresto domiciliario", agregó.
    Se trabajó en silencio, en las sombras, utilizando todos los contactos desarrollados durante décadas de actividad en Medio Oriente. Incluso con los llamados "países canallas". Incluso con regímenes controvertidos y enemigos abiertos de Occidente. Para vivir un día como este.
    Caravelli voló durante la noche a Teherán y trajo de vuelta a Italia a Sala, liberada tras 20 días de detención en la prisión de Evin. Como siempre en estos casos, la acción implementada por el gobierno para lograr el resultado es unánime: la primera ministra Meloni tomó la iniciativa personalmente, con el importante avance en Mar-a-Lago; la autoridad delegada para la seguridad de la República, Alfredo Mantovano, responsable de inteligencia, tuvo la clave del problema conectando todas las acciones. Además, el ministro Tajani activó la red diplomática.
    Pero la negociación arrancó desde el primer día, y hoy el último kilómetro tuvo como protagonista a este general de 63 años, con gafas y actitud tranquila, que voló a Teherán para cerrar el trato y traer a Cecilia a casa, después de días de gran tensión, que se disolvió solo cuando la joven dejó Evin por la mañana.
    Originario de Frisa, en la zona de Chieti de Abruzzo, Caravelli comenzó su carrera en 1979, ingresando en la Academia Militar de Módena inmediatamente después de la secundaria. Tras diversos cargos en el ejército, se incorporó al Sismi en 2002 y permaneció allí hasta 2008. Regresó a la inteligencia en 2014 con el cargo de subdirector de AISE; en mayo de 2020 fue nombrado director, con el gobierno de Giuseppe Conte bis.
    Mantuvo su cargo cuando Mario Draghi llegó a Chigi y luego también con Meloni. Una señal de confianza transversal en las capacidades del general. Inmediatamente, se desarrolló una fuerte relación con el subsecretario Mantovano. Lo demostró claramente cuando lo defendió -en septiembre pasado- tras unas declaraciones críticas del ministro de Defensa, Guido Crosetto.
    Y el Consejo de Ministros lo premió nombrándolo prefecto.
    Fue Caravelli quien gestionó el caso Sala sobre el terreno. Sus canales también se utilizaron para el caso Alessia Piperno, la activista que permaneció encerrada en Evin durante 45 días en 2022. Los interlocutores no son los más sencillos.
    Para conseguir algo en Irán hay que hablar con los Guardianes de la Revolución, los Pasdaran, incluidos entre las organizaciones terroristas por Estados Unidos. Pero este es el trabajo de la inteligencia.
    Ensucia sus manos. Mantener contactos con un régimen como el de Bashar Assad o con Hezbolá. El fin es ganarse el respeto y la confianza de interlocutores complicados. Siempre con el objetivo de proteger los intereses italianos en el exterior, incluso en escenarios difíciles como Irán. Canales que se cultivan durante años y luego se vuelven útiles como se ve hoy.
    Porque en Irán hay tres ciudadanos franceses encarcelados desde hace años sin que París pueda obtener su liberación. (ANSA).
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