Los camellos, el ganado y las ovejas están muriendo y los padres del condado de Marsabit no ven otra solución.
Jeremy Ledaany, director de Turismo, Cultura, Género y Servicios Sociales de Marsabit, dice que los efectos negativos de la sequía también han interrumpido el programa de alimentación escolar y limitado la asistencia.
"Las familias son actualmente vulnerables, no pueden pagar la comida y las tasas escolares de sus hijas y esos mismos niñas son las que pueden cambiar fácilmente por la dote", dijo el funcionario al periódico The Standard. (ANSA).
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