(ANSA) - ANKARA, 19 FEB - Las manos se detienen, las voces se apagan, los vehículos frenan sus motores; así, la esperanza se desvanece, dos semanas después del devastador terremoto que asoló Turquía y Siria.
Porque Turquía ha tomado la dramática decisión de interrumpir la búsqueda de sobrevivientes en casi todas las zonas afectadas por el terremoto, excepto en las dos provincias más impactadas, las de Kahramanmaras y Hatay.
Así, la cifra, que hoy supera las 46.000 víctimas entre los dos países, está destinada a aumentar aún más. La emergencia persiste y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha llegado a Turquía para ofrecer el apoyo de Washington, anunciando otros 100 millones de dólares en ayuda.
"Estados Unidos seguirá apoyando a los pueblos turco y sirio", confirmó.
"Las búsquedas han terminado en muchas provincias. Continúan en las provincias de Kahramanmaras y Hatay, en unos cuarenta edificios", anunció Unus Sezer, jefe de la agencia de ayuda del gobierno turco Afad. "Creemos que completaremos las operaciones de búsqueda y rescate mañana por la noche", acotó.
El terremoto de magnitud 7,8 que asoló el sur del país y Siria mató a 40.689 personas solo en Turquía, según el último informe oficial difundido por AFAD, mientras que en Siria han muerto más de 5.800.
Según el vicepresidente turco, Fuat Oktay, 105.000 edificios se derrumbaron o sufrieron daños graves en el terremoto y más de 6.000 réplicas posteriores, incluida una de magnitud 6,6 y cuarenta con una intensidad de 5 a 6, la última solo el sábado por la noche.
"Estamos enfrentando quizás el mayor desastre al que nos hemos enfrentado en la historia. El daño causado por los terremotos y las réplicas no se limitó solo a las 11 provincias afectadas", agregó Sezer.
El anuncio de Turquía se produce después de que, durante más de 24 horas, no se sacara a ningún superviviente de entre los escombros.
El último milagro ocurrió el sábado, 296 horas después del sismo, cuando una pareja fue rescatada en Antioquía, en la provincia de Hatay, donde en los últimos 3 días fueron extraídas con vida siete personas, entre ellas el niño de 12 años que luego falleció en una ambulancia, mientras lo llevaban al hospital.
En la misma ciudad también fue encontrado el cuerpo del futbolista ghanés Christian Atsu, por quien continúan las condolencias del mundo del deporte, entre ellas las del delantero del Inter Romelu Lukaku, su compañero en Everton.
Una vez finalizadas las operaciones de socorro, Turquía está descartando cualquier milagro de última hora. Y ahora está pensando en la reconstrucción, para lo cual se necesitará toda la ayuda internacional posible.
Entonces, después de volar sobre la devastación en Hatay, Blinken anunció que la nueva ayuda para el terremoto "se transferirá pronto" y sostuvo que "lamentablemente, no se trata tanto de búsqueda y rescate, sino de recuperación a largo plazo".
Para el funcionario estadounidense, "será un gran esfuerzo reconstruir, pero estamos comprometidos a apoyarlo". Estados Unidos ha contribuido con 185 millones de dólares en asistencia hasta el momento. Pero para un desastre así, la ayuda nunca es suficiente, mientras que Médicos Sin Fronteras denuncia que el monto a Siria sería incluso inferior a la que llegó antes del terremoto.
No es solo el terremoto lo que trae a Blinken a Turquía, por primera vez desde que asumió el cargo hace dos años. De hecho, la visita estaba programada para antes del 6 de febrero. Después de reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, en la base aérea de Incirlik, Blinken se reunirá con el presidente Racep Tayyip Erdogan el lunes.
Entre los temas de agenda emerge la potencial venta de cazas F-16 prometida por el presidente Joe Biden a Turquía pero bloqueada por la oposición del Congreso, junto al nudo de la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, del que pende la negativa de Ankara. (ANSA).
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