"Las declaraciones del Papa son inaceptables, especialmente cuando definió la ley de 1980 sobre la despenalización del aborto como una ley criminal.
El premier comentó que había convocado al nuncio apostólico para que le transmitiera el mensaje. "Pido respeto para los médicos que ejercen su trabajo dentro de los límites del marco legal" y "para las mujeres que deben poder decidir libremente", añadió. (ANSA).
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