Esta iniciativa, afirmó Lula, comienza en Río "pero tiene un destino global".
Con poco más de una hora de retraso respecto a lo establecido, comenzó la primera sesión de trabajo de la cumbre, dedicada a la discusión de la Alianza para luchar contra el hambre y la pobreza, bandera de la presidencia brasileña.
El proyecto -que pretende erradicar el hambre y la pobreza en el mundo de aquí a 2030- pretende desarrollar y financiar políticas para combatir la desnutrición con modelos diferentes para cada región del mundo.
El acuerdo ya ha recibido las firmas de 81 países de los cinco continentes, la Unión Europea y la Unión Africana, nueve instituciones financieras globales y 31 ONG de todo el mundo.
Fuentes diplomáticas adelantan que la Argentina, que preside el ultraliberal Javier Milei, no firmará ese pacto.
(ANSA).
Leggi l'articolo completo su ANSA.it