Ortega ordenó reformar la Ley General de Migración y Extranjería para legalizar los destierros, las negativas de entrada o salida de nicaragüenses y residentes extranjeros que represente un "riesgo social" o que puedan "menoscabar la soberanía nacional".
La iniciativa de ley fue presentada ante la Asamblea Nacional.
La reforma también incluye castigos con penas de dos a seis años de cárcel a los nicaragüenses que entren, salgan o pretendan salir del territorio nacional de forma irregular para cometer presuntamente "menoscabo a la integridad nacional, la soberanía" o para "conspirar o inducir actos terroristas o de desestabilización económica y social del país".
Añade que "cuando la evasión de control fronterizo sea con fines de cometer delito de traición, previsto y sancionado en el artículo 409 del Código Penal, la pena por imponer se aumentará en un tercio en los límites mínimos y máximos". La reforma crea también una multa por 1.000 dólares por "evasión de control fronterizo con fines ilícitos", una cantidad que deberá ser pagada tanto por extranjeros como por nicaragüenses, se señala en la iniciativa, que no detalla cuáles se consideran "fines ilícitos". (ANSA).
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