Unión Europea

Italia no puede ser garante paz por parcial, Moscú

Lo dijo la portavoz del Ministerio Exteriores, Maria Zakharova

Redazione Ansa

(ANSA) - MOSCU, 05 GEN - Italia no puede ser garante del proceso de paz en Ucrania debido a su posición parcial, aseguró la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, citada por la agencia Tass.
    "Obviamente -dijo la portavoz en respuesta a una pregunta- dada la posición partidista de Italia, no podemos ver (a ese país) como un mediador honesto o un posible garante del proceso de paz".
    "Es extraño escuchar propuestas de mediación de países que, desde el comienzo de la operación militar especial en Ucrania, tomaron una posición inequívoca y muy agresiva contra Rusia, y no solo apoyaron al régimen sangriento de Kiev, sino que también lo suministraron con una importante asistencia militar y técnico-militar, llenando deliberadamente a Ucrania con las armas más modernas", dijo Zakharova.
    La portavoz rusa hizo referencia, de ese modo, a las palabras de la premier italiana, Giorgia Meloni. quien durante la conferencia de prensa de fin de año, anunció que le había dicho al presidente ucraniano Volodimir Zelensky que Italia estaba lista para "ser el garante de un proceso de paz".
    Los suministros de armas son "acciones irresponsables" que -prosiguió Zakharova- "no solo multiplican el número de víctimas, incluso entre la población civil de Donbás, y retrasan el final del conflicto, sino que corren el riesgo de arrastrar a los países de la OTAN a una confrontación militar directa con Rusia" Sin embargo, "los patrocinadores extranjeros de Kiev, entre los que lamentablemente se encuentra Italia, no piensan en terminar sino al contrario en aumentar la oferta", completó.
    Una réplica que llegó el día en que zarpaba de Rusia un buque de guerra que transportaba misiles hipersónicos Zirkon, destinado a navegar también en aguas del Mediterráneo.
    Armas, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, que servirán para "proteger a Rusia de posibles amenazas externas".
    Es el lenguaje de la guerra, por tanto, el que sigue dominando cualquier atisbo de solución negociada del conflicto.
    "Seguiremos desarrollando las capacidades de combate de las fuerzas armadas y produciendo armas avanzadas que ayudarán a defender la seguridad de Rusia en las próximas décadas", declaró Putin, quien asistió a una ceremonia online por la salida de la fragata Almirante Gorshkov del puerto de Severomorsk.
    Por otro lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció en una llamada telefónica con su homólogo ucraniano Volodimir Zelensky que Francia será el primer país occidental en suministrar a Kiev tanques AMX-10 RC.
    Mientras que el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, reveló que ya comenzaron los preparativos para la llegada al país del sistema de defensa Patriot suministrado por Estados Unidos.
    Y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, anunció un nuevo paquete de ayuda militar a Kiev "en los próximos días".
    Zelensky confirmó que, por el momento, no se vislumbran avances en las negociaciones.
    "Seguiremos luchando por la palabra principal: la victoria.
    Llegará seguro", escribió en Telegram.
    Y la confirmación viene de los combates, pero sobre todo de los bombardeos, que continúan sin cesar.
    Los sistemas de defensa aérea rusos derribaron dos drones cerca de Sebastopol en Crimea, donde tiene su sede la flota rusa del Mar Negro, que los ucranianos intentaron atacar repetidamente con aviones no tripulados.
    Mientras, en Vailyevka, una ciudad ubicada en la parte de la provincia de Zaporizhzhia controlada por lso rusos, cinco personas murieron y otras 15 resultaron heridas en un bombardeo de las fuerzas ucranianas que, según el gobernador local prorruso, alcanzó edificios residenciales.
    Por su parte, los ucranianos informaron la muerte de dos ancianas abatidas por la artillería rusa en Bajmut, en la provincia oriental de Donetsk, y de nuevos bombardeos de las fuerzas moscovitas sobre Jerson.
    En ese contexto, en Rusia seguía la polémica por la masacre de 89 militares -según el último balance oficial difundido- provocada por un bombardeo ucraniano en Nochevieja en Makiivka, en Donetsk.
    Un conocido bloguero militar, Semyon Pegov, condenó como "un intento de difamación" la explicación de los comandantes, según los cuales los ucranianos pudieron identificar y apuntar a los cuarteles donde se encontraban las tropas gracias al uso generalizado, aunque prohibido, de teléfonos móviles por los propios soldados de Moscú. (ANSA).
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