Unión Europea

Asalto a la tregua, Putin moviliza más hombres

Zelensky quitó ciudadanía 13 sacerdotes por propaganda prorrusa

Redazione Ansa

(ANSA) - MOSCU, 07 GEN - Mientras rusos y ucranianos celebraron la Navidad ortodoxa en medio de las hostilidades, la tregua unilateral de 36 horas ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, quedó en letra muerta por segundo día consecutivo, pues se reportaron incursiones y enfrentamientos en varios frentes, ante lo cual los bandos se culparon mutuamente.
    En Kiev, la inteligencia cree que el enemigo sólo quiere ganar tiempo de cara a una nueva ofensiva, tanto que el Kremlin estaría listo para una nueva movilización de 500. 000 reclutas.
    Por si fuera poco, ya se abrió un nuevo frente: el mandatario ucraniano, Volodimir Zelensky, quitó la ciudadanía a 13 sacerdotes por "propaganda prorrusa", lo que desató protestas en Moscú.
    Sobre el fracaso de la improbable tregua navideña, las versiones de los dos bandos se contrapone.
    De hecho, el Ministerio de Defensa ruso anunció que su ejército seguía respetando el alto el fuego, pero tras numerosos "ataques" ucranianos a "asentamientos y posiciones" se vio obligado a reaccionar.
    Por su parte, Kiev denunció decenas de bombardeos enemigos sobre Jerson.
    Y en el Donbás, en el frente principal de Bajmut, se contabilizaron al menos dos civiles muertos y 13 heridos, mientras los enviados sobre el terreno registraban fuego de artillería de ambos bandos, aunque menos intenso de lo habitual.
    En este ambiente lúgubre tuvieron lugar las celebraciones de la primera Navidad ortodoxa en tiempos de guerra, tanto en Moscú como en Kiev.
    Putin asistió solo a la misa de medianoche en la Catedral de la Anunciación del Kremlin, rompiendo la tradición de asistir a la liturgia en público.
    El presidente ruso agradeció a la Iglesia y sus organizaciones por "apoyar a los soldados" en el frente.
    Mientras que el patriarca Kirill relanzó la tesis de que rusos y ucranianos son un "pueblo único" de una "gran nación desde el Mar Blanco hasta el Mar Negro".
    En Kiev, en tanto, cientos de fieles participaron en una histórica celebración en el Monasterio de las Cuevas, que recientemente pasó a manos de la Iglesia ucraniana independiente después de haber estado bajo la jurisdicción del Patriarcado de Moscú.
    "Fue un año de dolor, pero la superioridad del enemigo en términos de armas y tropas no fue decisiva", subrayó el Epifanio metropolitano, celebrando la "victoria moral de Ucrania".
    Por su lado, Zelensky suspendió la ciudadanía de trece sacerdotes tras el descubrimiento en sus casas de pasaportes rusos, dinero en efectivo y material de propaganda pro-Moscú.
    Un acto de "satanismo", reaccionó la vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
    Por otra parte, el líder ucraniano puede contar con la nueva ayuda militar que llega de socios occidentales, como Estados Unidos, Alemania y Francia, los cuales generan "la cooperación en defensa a un nuevo nivel que realmente necesitamos en este momento", subrayó.
    En Kiev, además, hay temores de una nueva ofensiva a gran escala por parte de los rusos para la primavera.
    Como pista adicional, el número dos de inteligencia militar, Vadym Skibitsky, dijo que Putin está listo para ordenar la movilización de hasta 500.000 reclutas, además de los 300.000 llamados en octubre.
    El anuncio podría darse el próximo 15 de enero, tras el fin de las vacaciones de invierno (boreal).
    En ese momento, todo dependerá de qué tan bien equipadas y entrenadas estén las tropas de las fuerzas de invasión, pero también de cuántas armas siga recibiendo Ucrania de los socios de la OTAN, agregó Skibitsky.
    Apostando a que los próximos "6-8 meses" serán decisivos. Y "si Rusia pierde esta vez, Putin colapsará". (ANSA).
    Leggi l'articolo completo su ANSA.it