El Tribunal de Apelación de Brescia rechazó la solicitud de los defensores, Angelo De Riso y Nicola Colli, de liberar a su defendida o de otorgarle la obligación de firmar, ya que necesita ejercer su profesión de abogada.
Los jueces consideraron correcta la medida de arresto domiciliario ordenada en ejecución de la orden de detención europea a la espera de la decisión, prevista en breve, sobre la entrega de él y su madre María Dolores Colleoni, solicitada por Bélgica.
Mientras tanto, el 9 de enero, el recurso presentado por los defensores para la revocación del embargo, nuevamente por parte de la justicia belga a través de una orden de investigación europea, de 200 mil euros encontrados en la cuenta corriente de Silvia Panzeri y 47 mil euros en la cuenta corriente de la madre y el padre.
Las formas en que los investigadores belgas están conduciendo la investigación no están convenciendo a todos en el Parlamento Europeo. Algunos grupos, como los liberales, que objetan el hecho de que, por ejemplo, Eva Kaili -la exvicepresidenta griega de la Eurocámara- solo pudo ver a su hija el 6 de enero, casi un mes después de su arresto.
No obstante, esas dudas, por ahora, permanecen ocultas. La línea de los líderes de la Eurocámara, empezando por la presidenta Roberta Metsola, es clara: tolerancia cero con la corrupción.
El 22 de enero, el tribunal de Bruselas decidirá si Kaili podrá salir de la prisión de Haren, permaneciendo bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico.
Mientras que en Italia el 16 de enero el panel de jueces de apelación de Brescia, presidido por Giulio De Antoni, deberá pronunciarse sobre la solicitud de que Silvia Panzeri sea entregada a Bélgica tras evaluar los documentos que debería haber recibido sobre la situación en las prisiones belgas y en concreto la institución donde sería trasladada la hija del ex eurodiputado. (ANSA).
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