Meloni, en el Palacio Chigi, aseguró que, sobre la autonomía diferenciada se pretende "llegar, en una de las próximas sesiones del Consejo de Ministros, a la aprobación de la proyecto de ley", lo cual podría ser antes de las elecciones regionales de febrero.
En cuanto al presidencialismo, se avanza con un cronograma.
Pero de ahora en adelante -es el mensaje implícito- no más huidas ni grietas que se ciernen sobre las dos reformas, patrocinadas de manera diferente por los aliados y, por lo tanto, con el riesgo de vetos cruzados y fuego amigo.
Así que el día en que la ministra de Reformas Institucionales, Elisabetta Casellati, cerró las consultas con la mayoría sobre la reforma que podría introducir la elección directa del jefe de Estado -o del primer ministro-, el gobierno hizo un balance de las reformas.
El Ejecutivo se reunió por la tarde en una cumbre restringida entre la premier, los vicepremiers Matteo Salvini y Antonio Tajani, el subsecretario Alfredo Mantovano y los ministros Roberto Calderoli, Maria Elisabetta Casellati, Raffaele Fitto y Francesco Lollobrigida.
El encuentro duró aproximadamente una hora y media.
Un encuentro programático, nada político, trascendió.
Y el clima -según un comunicado emitido por el Palacio Chigi- fue de "gran armonía, en línea con los compromisos asumidos con los italianos y definidos en el programa de coalición".
También desde el otro socio de la coalición, La Liga, por la tarde, la expectativa es de un debate "interino", sin críticas.
En realidad, existe un rumor entre la mayoría de que la cumbre se esperaba desde hace tiempo, pero centrada en la autonomía.
Luego, probablemente, gracias a las recientes presiones de La Liga en su bandera de reforma respecto al presidencialismo -"para nosotros es primero porque tiene un trámite legislativo más sencillo", dijeron-, se decidió ampliar la discusión y los invitados a la mesa.
Otra forma -apoyada sobre todo por los Hermanos de Italia- de reequilibrar las dos partidas para que la balanza no se incline demasiado sobre la autonomía.
Con más razón a un mes de los regionales en Lombardía.
En ese sentido, la sospecha de los aliados es que la Liga Norte, temiendo un fracaso en casa en beneficio de Hermanos de Italia, está tratando de utilizar la reforma como promesa electoral. La cumbre se convirtió así en una oportunidad para reiterar que el presidencialismo está en el programa del centroderecha tanto como el de la autonomía, pues ambas reformas avanzan, obviamente en momentos distintos, por su distinta naturaleza legislativa, Pero se necesita equilibrio y no avanzar con prisa.
La referencia implícita es al proyecto de reforma adelantado por Calderoli a finales de diciembre y pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros.
No es ningún misterio que la Liga sueña con una aceleración -precisamente porque no son necesarios los cuatro pasos de las leyes constitucionales, necesarios para el presidencialismo- y que Hermanos de Italia y Forza Italia se frenen.
Ahora, el compromiso del Gobierno es tratar el tema de la autonomía, aunque no indica expresamente cuándo.
Algunos participantes en la reunión admiten que el espíritu es de colaboración y que hay disponibilidad por parte de la Liga.
Por lo tanto, no excluyen la posibilidad de que efectivamente se pueda llegar a un acuerdo sobre el "proyecto" de Calderoli antes de las elecciones del próximo 12 de febrero, siempre que se logre un pacto general que satisfaga a todos.
Después de todo, circulan rumores de que las oficinas legislativas del Palacio Chigi están trabajando para corregir el texto de Calderoli.
Sobre todo, subrayar el papel del Parlamento que, en la intención de los altos ejecutivos, es fundamental para definir la Lep, o sea, los niveles esenciales de prestación y servicios, cruciales para evitar desequilibrios entre las regiones y, por tanto, lograr la autonomía.
Mientras tanto, continúa la marcha por el avance presidencial.
Casellati cerró el círculo con las fuerzas de la mayoría, encontrando al líder de Noi Moderati, Maurizio Lupi.
El exministro subrayó la necesidad del diálogo con la oposición y el instrumento de la Bicameral, y advirtió del riesgo de la "prisa" sobre la autonomía. (ANSA).
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