Unión Europea

Erdogan congela negociaciones por Suecia y Finlandia

Pesa el Corán quemado en Estocolmo. Tándem con Helsinki flaquea

Redazione Ansa

(ANSA) - BRUSELAS, 24 GEN - La protesta del político de extrema derecha Rasmus Paludan, que prendió fuego a una copia del Corán frente a la embajada turca en Estocolmo, podría costarle muy caro a Suecia. Y a la Alianza Atlántica en general.
    De hecho, Ankara, según los últimos rumores, ha aplazado indefinidamente las negociaciones tripartitas -es decir, con Finlandia y la propia Suecia- en el marco del memorándum firmado el año pasado en Madrid, previstas para febrero en Bruselas.
    Sin el "sí" de Turquía, la entrada completa de Estocolmo y Helsinki en la OTAN no puede tener lugar. Con todas las consecuencias del caso.
    Mientras tanto, la credibilidad de la Alianza sufrirá. El secretario general, Jens Stoltenberg, había prometido un camino de adhesión "a la velocidad de la luz", pero el tira y afloja ha estado ocurriendo desde julio pasado. Mañana, el ministro de Defensa sueco, Pal Jonson, volará a la sede de la OTAN, donde se reunirá con el secretario general adjunto, Mircea Geoana; es probable que lance de inmediato una "misión de paz" a nivel de altos funcionarios para ver si se puede salvar algo.
    El otro efecto inmediato podría ser el de romper el eje entre Finlandia y Suecia, que siempre han dicho que querían avanzar en tándem: el Gobierno de Sanna Marin ha resuelto de hecho las (mínimas) diferencias que tenía con las autoridades turcas y podría obtener la ratificación en el corto plazo.
    "Claramente, tendremos que reevaluar la situación si la solicitud sueca encalla", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto. La adhesión conjunta sigue siendo "la primera opción", pero "si ha sucedido algo por lo que Suecia ya no podrá continuar a largo plazo", el país tendrá que asumir las consecuencias obvias.
    Luego, el canciller Peka Haavisto bajó el tono y subrayó que en este momento es "demasiado pronto para tomar una posición" y que Finlandia todavía quiere unirse a la OTAN con Suecia, aunque los últimos acontecimientos podrían "ralentizar el proceso". Por la tarde, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, intentó relanzar "el diálogo de trabajo" con Ankara, criticando una vez más a los "provocadores" que intentan desestabilizar la candidatura sueca y llamando a la "calma" ante una situación "grave".
    Por supuesto, que Turquía y Hungría sean los únicos dos aliados que aún no han ratificado la membresía de Suecia y Finlandia, naciones con estándares democráticos muy altos y militares modernos y capaces, no es un buen ejemplo de unidad.
    El Kremlin observa y se regocija. Moscú ha dicho repetidamente que tendrá que tomar "contramedidas" cuando Finlandia se una a la Alianza para garantizar mejor su seguridad, dado que comparte más de 800 kilómetros de frontera con su vecino nórdico. Como naciones invitadas, Suecia y Finlandia ahora participan en reuniones operativas y consejos atlánticos, pero no disfrutan de la protección del Artículo 5.
    Un ataque por parte de Rusia parece muy improbable y es "impensable", dijo Stoltenberg. Pero, cuanto antes acabe el juego, mejor. (ANSA).
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