(ANSA) - BRUSELAS, 30 ENE - El frente de los países se ensancha (Francia y España se alistan con Italia) y también el de los interlocutores sociales que piden a Irlanda que reconsidere la etiquetación de advertencia sobre riesgos a la salud en las bebidas alcohólicas -como la de los paquetes de cigarrillos- y se exige la intervención de la Comisión Europea.
Hoy el ministro de Agricultura de Italia, Francesco Lollobrigida, confirmó que está tomando forma una respuesta común de un grupo de estados, incluidos Italia, Francia y España, por las etiquetas sobre el alcohol "orientado a informar correctamente".
"Se busca explicar que los excesos de alcohol hacen daño", sin crear, sin embargo, "un estigma para los productos que tomados con moderación pueden
ser más bien factores de bienestar, y para nosotros el vino es justamente eso", acotó Lollobrigida.
Además de los ministros de Francia y España -"que juntos representan casi una botella de cada dos (47%) de las producidas en el mundo", recuerda el presidente de Coldiretti (consumidores) Ettore Prandini- países como Dinamarca tienen puntos de vista similares, lo mismo que Portugal, Hungría, República Checa y Eslovaquia.
Son los agricultores de la UE los que piden renunciar a iniciativas unilateral y criticando al gobierno irlandés porque no ha consultado las asociaciones agrícolas nacionales, ni la industria de bebidas espirituosas, de gran valor económico para Dublín. Por ahora, Irlanda dice que quiere continuar: "Aún no tenemos fechas precisas, pero el gobierno está trabajando y vamos a seguir",
anunciaron fuentes diplomáticas irlandesas.
Los próximos días serán decisivos para entender la evolución de la respuesta de otros estados. La intención es escribir a los tres comisarios UE interesados, destacando la contradicciones de la posición irlandesa. La medida parece poco cuestionable al adoptar la lente de las competencias nacionales en materia de salud. Es que "el 50% de los bebedores irlandeses beben un niveles peligrosos, y uno de cada cinco bebedores tiene un trastorno por consumo de alcohol", como escribe Dublin en la solicitud enviada a Bruselas. Menos sólidos parecen los argumentos sobre la "proporcionalidad" de la medida, como argumentan los productores.
Las asociaciones agrícolas irlandesas impugnan la ausencia total de gradaciones y matices en la etiqueta irlandesa. Es que muchos de los ministros de Agricultura son responsables de Salud. En todos los países, incluidos los del frente anti-Dublín.
Hoy Lollobrigida, tras reunirse con su homólogo irlandés, Charlie McConalogue, quiso precisarlo. "El futuro del etiquetado notificado por Dublín a la UE depende
mucho del análisis que hará el ministro de Justicia de la legislación Irish Healthcare,. También me reuniré con el ministro de Salud, Orazio Schillaci, para pedirle que me ayude a explicar a su colega irlandés cuáles son nuestras razones", especificó Lollobrigida.
De los datos internos a sus respectivos gobiernos que cada país podrá encontrar podría depender la forma final de la respuesta de los Estados. Mientras tanto, la Comisión Europea con su a sentimiento tácito a la medida de Dublín ha conseguido un primer resultado. En efecto, reabrió el debate sobre las advertencias sanitarias en la etiqueta de las bebidas alcohólicas, que se estancó como muchas de las iniciativas en ámbitos agroalimentarios.
Mientras tanto en Italia la Comisión de Agricultura de la Cámara, see prepara para votar la resolución, que prevé, entre otras cosas, un posible recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE. En la audiencia de hoy, Federdoc, Federvini y la Unión Italiana del Vino (UIV) -que agrupan al sector- reiteraron la necesidad de contrarrestar una "norma prohibicionista" mientras se necesitan mensajes de diferente naturaleza y no en su lugar poner sellos que afecten el juicio general en lugar del consumo responsable. Y señalan que las advertencias irlandesas son un precedente que pone en peligro las reglas del mercado único. (ANSA)
París y Madrid con Roma, en defensa del vino
Etiqueta de advertencia en botellas. Irlanda insiste