"Según nuestra doctrina nuclear, Rusia puede usar armas nucleares si atómicas de otro tipo de destrucción masiva son usadas contra Rusia o sus aliados, si recibe información verificada acerca del envío de misiles balísticos para atacar Rusia o sus aliados, en caso de agresión convencional, si la existencia del Estado están en peligro", amenazó el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, y aseguró que Moscú no se pone restricciones a la utilización de cualquier arma.
"La respuesta será rápida, dura y convincente", dijo. Pero Kiev no se deja intimidar e invita a "ignorar" a Medvedev porque "Ucrania puede liberar sus territorios utilizando cualquier instrumento" y "Crimea es Ucrania. Por lo tanto, las amenazas de 'ataques de represalia' son solo una confirmación de la intención de cometer homicidios masivos y un intento de asustarnos", manifestó el consejero presidencial ucraniano, Mikhaylo Podolyak.
La tensión está por las nubes, así como el choque entre Moscú y Occidente mientras partió de Halifax el primer tanque Leopard 2 canadiense con tanto de fotos posteadas por la ministra de Defensa.
La Unión Europea y el G7 adoptaron, en tanto, de forma definitiva el acuerdo (al cual se unió también Australia) sobre el price cap (regulación de precios) de los productos petroleros rusos, mientras la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, confirmó la promesa hecha a Kiev en la cumbre con Zelensky: el décimo paquete de sanciones europeas a Moscú llegará el 24 de febrero, primer aniversario de la invasión rusa.
"Estamos haciendo pagar a Putin su atroz guerra", dice la líder europea. Atrocidades como los crímenes de guerra rusos de los cuales Alemania aseguró haber recogido pruebas "de tres cifras".
"Actualmente, nos estamos concentrando en los asesinatos masivos en Bucha o sobre los ataques contra las infraestructuras civiles ucranianas", dijo el fiscal general alemán, Peter Frank, que auspicia un proceso internacional contra los responsables.
Con la guerra a las puertas del segundo año, los aliados occidentales hacen cuadratura sobre Kiev. En el frente de las armas, también el premier portugués, Antonio Costa, anunció que enviará blindados Leopard 2 a Ucrania. Y mientras procede el adiestramiento de los ucranianos en el uso de los blindados Challenger 2 británicos, los medios alemanes refieren que Kiev podría recibir hasta 160 blindados armados Leopard 1 de las reservas alemanas.
Hasta entonces, el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, agradeció a los colegas francés, Sebastien Lecornu, e Italiano, Guido Crosetto, por la decisión de entregar los sistemas de defensa aérea Samp-T. Pero no es solo con las armas que los aliados asisten a Kiev: desde Estados Unidos, el fiscal general Merrick Garland anunció la primera transferencia a Kiev de fondos rusos confiscados al oligarca Konstantin Malofeyev.
Al otro lado del frente, Moscú no está sola, y encuentra a Pekín, que asegura confianza política siempre más profunda con Rusia, mientras el Wall Street Journal revela que China está proveyendo al ejército ruso la tecnología necesaria para el conflicto, no obstante las sanciones internacionales y los controles a la exportación.
La guerra en tanto continua con los rusos que concentran "todas las fuerzas" en el asedio a Bakhmut, buscando avanzar en las regiones de Donetsk y Járkov y en todo el Donbás. La situación "se está haciendo más dura" en el frente, dijo Zelensky, hablando de un momento "muy difícil en Bakhmut, en Vugledar, en Lyman".
En la Mariupol ocupada, en la última semana, llegaron entre 10 mil y 15 rusos, elevando a 30 mil el total de soldados de Moscú en la ciudad. Y como si ello no fuera suficiente, un incidente "significativo" en una subestación eléctrica obligó a un apagón de emergencia en Odesa, donde medio millón de personas quedaron sin luz.
En el drama de la guerra, continua el intercambio de prisioneros con 63 rusos y 116 ucranianos liberados de los dos frentes.
Desde el 24 de febrero, "conseguimos sacar de la prisión rusa a 1.762 hombres y mujeres ucranianos", dijo Zelensky.
Restituidos además los cuerpos de los voluntarios británicos Christopher Parry y Andrew Bagshaw, asesinados en una operación humanitaria en Soledar. (ANSA).
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