Unión Europea

Meloni, en la puja política por Cospito

Premier italiana carga contra el PD que exige renuncias

La premier italiana Giorgia Meloni

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 4 FEB - Una tormenta política de magnitud se ha desatado en torno al caso de Alfredo Cospito, el anarquista preso y en huelga de hambre en rechazo del duro régimen carcelario al que está sometido, al punto que la premier Giorgia Meloni salió hoy a replicar a la oposición.
    "No hay ningún requisito previo para la renuncia de (Andrea) Delmastro", subsecretario de Justicia, afirmó Meloni en una carta al Corriere della Sera sobre el caso Cospito. "No creo que existan de ninguna manera las condiciones para la renuncia.
    Además, la noticia contenida en la documentación implicada en el litigio, que el Ministerio de Justicia ha aclarado que no es clasificada, fue incluso anticipada por algunos medios de comunicación", agregó.
    La principal fuerza opositora, el progresista Partido Demócrata (PD), exige las dimisiones de Giovanni Donzelli, diputado del Hermanos de Italia (FdI), que lidera la primera ministra Meloni, y de Delmastro, después de que el primero asegurase en el Parlamento que Cospito había mantenido conversaciones con capos mafiosos.
    Las revelaciones de Donzelli, a raíz de la información facilitada por Delmastro, han desencadenado una tormenta política y a las peticiones del PD se han sumado en las últimas horas el centrista Tercer Polo, del ex primer ministro Matteo Renzi, y los Verdes.
    Incluso, la Fiscalía de Roma ha abierto una investigación por revelación y utilización de secretos oficiales después de que Donzelli "hiciese públicas las interceptaciones entre representantes de la 'Ndrangheta y la Camorra con Alfredo Cospito".
    "Ciertamente el tono ha subido demasiado e invito a todos, empezando por Hermanos de Italia, para devolverlos al nivel de una confrontación franca pero respetuosa", bramó en su carta hoy la premier. "Hay, en mi opinión, aspectos claramente instrumentales en este alboroto. Me parece extraño que nos escandalicemos porque el Parlamento ha debatido documentos que no están cubiertos por el secreto, mientras que durante años las conversaciones privadas -que no deberían ser reveladas- a menudo pasaron a ser de dominio público", escrribió Meloni en una carta al editor del Corriere della Sera.
    "Encuentro singular la indignación del Partido Demócrata por una acusación ciertamente excesiva, cuando sin embargo la izquierda en el pasado ha lanzado contra su servidora, líder de la oposición, las acusaciones de 'ser el instigador moral de las muertes en el mar' o de liderar una 'partido subversivo', por mencionar algunos. Sin olvidar cuando los exponentes institucionales gritaron entre aplausos que deberíamos haber 'escupido sangre'", disparó la jefa del Gobierno.
    "Me resulta paradójico que no podamos responsabilizar a los partidos de izquierda por sus elecciones, cuando objetivamente el origen de las polémicas de estos días es la visita a Cospito de un representante calificado del Partido Demócrata, en momentos en que el preso estaba intensificando sus esfuerzos por comunicarse con el exterior", añadió.
    En tanto, los médicos del Tribunal de Vigilancia de Milán, presidido por Giovanna Di Rosa, comienzan a evaluar el posible traslado del preso anarquista Cospito del centro clínico de la prisión milanesa al departamento de medicina penitenciaria del hospital San Paolo.
    La hipótesis de una hospitalización, por lo que se ha sabido, es realista si el hombre de 55 años, que lleva 108 días en huelga de hambre, siguiera negándose incluso a los suplementos. Su falta de alimentación prolongada podría provocar un infarto y la necesidad de tratamientos para salvarle la vida.
    De momento sus parámetros son compatibles con la detención.
    Cospito, que no toca comida desde octubre para protestar contra el 41bis (el régimen severo de encarcelamiento), lleva unos días tomando agua, azúcar y sal y ha enviado una declaración en la que expresa su voluntad de no proceder a la alimentación forzada, en caso que su estado se deteriore hasta tal punto de quedar inconsciente.
    De momento sigue lúcido, camina, se pone de pie. Hacia él hay máxima atención por parte del personal sanitario de la prisión milanesa y de los magistrados de vigilancia Giovanna Di Rosa, presidenta de la sección, y Ornella Anedda, encargada de resguardar las condiciones de los presos y garantizar sus derechos, incluido el fundamental de salud. (ANSA).
   

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