(ANSA) - VARSOVIA 4 JUL - La primera ministra italiana,
Giorgia Meloni, voló a Varsovia para convencer a Polonia y
Hungría sobre la migración, un tema que será tratado en un
encuentro bilateral que mantendrá en la capital polaca.
El viernes pasado en Bruselas no estaban exactamente en la
misma onda. Pero Meloni, tras intentar convencer a Mateusz
Morawiecki de que compartiera las conclusiones del Consejo de la
UE sobre los migrantes, explicó que entendía las razones de
Polonia (y de Hungría, el otro país inflexible): "Nunca me
decepcionan quienes defienden sus intereses nacionales".
Es el espíritu de amistad y afinidad política que une al
primer ministro polaco y a la premier italiana, y que se
reforzará mañana en la bilateral de Varsovia, tras la cual los
dos máximos exponentes del Grupo de Conservadores y Reformistas
Europeos (ECR, por su sigla en inglés) asistirán al seminario
organizado por esa agrupación sobre el futuro de la Unión
Europea.
En el centro de las conversaciones del Palacio de la
Cancillería estarán, entre otros asuntos, la cooperación
bilateral (el intercambio se sitúa en 33.600 millones de euros
en 2022, un 16% más), la seguridad, la defensa y los distintos
temas que centran la agenda de la UE, en los que el
enfrentamiento entre Roma y Varsovia es constante.
También la ampliación de la Unión a los Balcanes
Occidentales, la reforma institucional de la UE (Polonia no
aprueba el voto por mayoría cualificada), el apoyo a Ucrania y
las sanciones contra Moscú.
Temas, estos últimos, que también se abordaron en la visita
de Meloni a Varsovia el 20 de febrero (antes del viaje a Kiev),
y luego en la reciente conversación telefónica después del
intento de redada en Rusia por parte del Grupo Wagner.
Pero el foco estará sobre todo en el dossier migrante. Y,
por tanto, la protección de las fronteras exteriores de la UE,
que es también el tema más candente de la campaña electoral de
cara al reto de las elecciones de otoño entre Morawiecki y
Donald Tusk.
Tanto es así que el primer ministro saliente anunció que
está pensando en una jornada electoral para votar el mismo día
también un referéndum sobre la redistribución de los inmigrantes
que prevé el nuevo Pacto sobre migración y asilo.
El ejecutivo de Varsovia se opone al principio de
solidaridad obligatoria, poniendo en el plato la acogida
garantizada a millones de refugiados ucranianos. Y Morawiecki
también utilizó las imágenes de los disturbios en Francia para
relanzar su idea diferente de una "Europa con fronteras
seguras".
"Un aspecto importante es garantizar la protección de las
fronteras exteriores de la Unión Europea, tanto terrestres como
marítimas, desde el mar Mediterráneo -subrayó el portavoz del
Gobierno polaco, Piotr MUller, en vísperas de la visita de
Meloni-. Actualmente, la responsabilidad de garantizar la
seguridad en las fronteras exteriores corresponde a los Estados
miembros, que gestionan directamente las fronteras exteriores de
la UE, por eso es tan importante la cooperación de los Estados y
el intercambio de experiencias en este ámbito".
Las elecciones en Polonia y España podrían cambiar el
escenario de cara a la votación de junio de 2024 para el
Europarlamento.
La carrera también comenzó en Italia, y la centroderecha
partió de todo menos alineado. Matteo Salvini no frena la huida
hacia adelante proponiendo "el gobierno y la centro-derecha
italiana ampliada a Europa, sin excluir a nadie a priori, de lo
contrario habrá otra mayoría con la izquierda, con (Emmanuel)
Macron. Me pregunto cómo alguien de la centro-derecha puede
preferir a los socialistas".
Ciertamente, el líder de Forza Italia (FI), Antonio Tajani,
vetó a los aliados de la Liga en Identidad y Democracia, es
decir, el Frente Nacional francés de Marine Le Pen y los
soberanistas alemanes de AfD.
Pero FI hace tiempo que dejó de ser un monolito, y no pasó
desapercibida la consideración de Alessandro Cattaneo: "La
verdadera distinción para la futura mayoría gobernante europea
será entre los que tienen cultura de gobierno y los que no. Me
hace sonreír cuando oigo que la Liga y Salvini no serían aptos
para gobernar en Europa".
Giorgia Meloni no entra en el debate por ahora, y en general
Hermanos de Italia (FdI) lo está siguiendo con cierta frialdad.
El subsecretario Giovanbattista Fazzolari, preguntado por
Fanpage.it, respondió que una alianza con los socialistas es que
una alianza con los socialistas está ciertamente descartada,
mientras que rechazó la hipótesis de ir del brazo con Identidad
y Democracia: "Aún es pronto, las elecciones están lejos".
El único punto firme en el partido del Primer Ministro es
que, antes de tomar una decisión definitiva, hay que sopesar las
urnas. (ANSA).
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Meloni va a Varsovia, Salvini insiste alianza UE
Migrantes y Ucrania, la premier fortalece el eje con Morawieck