Unión Europea

Macron considera limitar las redes sociales

Investigación por una muerte por balines de goma de la policía

Redazione Ansa

(ANSA) - PARIS, 05 LUG - Una semana después de la muerte de Nahel, el joven de 17 años asesinado por un policía en Nanterre, la situación parece haber vuelto casi a la normalidad en Francia, pero el presidente Emmanuel Macron reflexiona sobre la posibilidad de limitar el uso de las redes sociales en el país.
    evento de nuevos disturbios populares.
    Mientras tanto, la justicia investiga la muerte de un padre de familia de 27 años asesinado en la noche entre el sábado y el domingo en Marsella por el probable "violento golpe en el pecho" provocado por una bala tipo flash-ball (perdigón de goma) que usa la Policía Nacional. Un drama que, al menos por ahora, no parece reavivar la ira de los banlieues (los barrios periféricos), tras otra noche relativamente tranquila bajo los cielos franceses.
    Entrevistada por RTL Radio, su esposa aseguró que la víctima no participaba en los disturbios sino que "miraba a la gente, tomaba fotografías". "Tengo un video que prueba que mi esposo no estaba haciendo nada malo", dijo la viuda sorprendida, y agregó: "Cuando intentaron salvarlo, ya estaba muerto".
    La pareja tiene un hijo y espera un segundo. Según BFM-TV, el hombre murió de un paro cardíaco: luego de ser impactado, mientras estaba a bordo de su scooter, se desplomó sobre el manubrio. Fue encontrado en el suelo, a lo largo del Cours Lieutaud, a unos cientos de metros del Vieux-Port y de las calles del centro saqueadas en esas mismas horas por los alborotadores. Una "muerte probablemente provocada por un golpe violento a la altura del pecho debido a un proyectil tipo flash-ball", sentenció el fiscal de Marsella, Dominique Laurens.
    En la noche entre el martes y el miércoles, sin embargo, la tensión siguió cayendo y el saldo fue de solo 16 detenciones, siete en París y en la banlieue. Al término del consejo de ministros en el Elíseo, el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, adelantó que el ejecutivo está estudiando la posibilidad de "suspender algunas funciones" de las redes sociales en caso de nuevas revueltas pero descartó cualquier hipótesis de "apagón generalizado" de plataformas web.
    "En algunos sitios hay, por ejemplo, geolocalización que permite que los jóvenes se encuentren en un lugar específico, mostrando cómo iniciar un incendio... Son llamados a la organización del odio en el espacio público y en este contexto tenemos la autoridad para suspenderlo", explicó Véran, y también anunció la adopción de una circular ad hoc para permitir que los municipios reconstruyan los edificios públicos destruidos "sin demora".
    Desde el comienzo de los disturbios, 1.100 edificios han sido quemados o dañados y 270 comisarías de policía y gendarmería han sido atacadas.
    En cuanto a las fuerzas del orden, la ola de violencia ha causado 800 heridos. Más de 3.600 detenidos.
    Por su parte, el ministro francés de Transportes, Clément Beaune, anunció la vuelta a la normalidad de la circulación de autobuses y tranvías. En Ile-de-France, la región parisina que concentra casi el 20% de la población, la empresa Ratp informó de unos cuarenta autobuses quemados, con "daños por al menos 20 millones de euros".
    Mientras tanto, continúan las polémicas políticas y 90 organizaciones de izquierda -entre partidos, sindicatos y asociaciones- han convocado "marchas cívicas" en todo el país para el sábado para expresar "duelo e ira" y denunciar políticas consideradas "discriminatorias" en los suburbios.
    Entre las peticiones de la izquierda también figura una "reforma profunda de la policía, de sus técnicas de intervención y de su armamento". En cambio, la advertencia del comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, llegó desde Bruselas.
    Entrevistado por la RTBF, el exministro belga expresó su preocupación por "el altísimo nivel de violencia" en Francia y pidió una "reflexión" sobre la doctrina francesa de mantenimiento del orden público. (ANSA).
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