(ANSA) - KIEV, 05 LUG - El terror de un verano nuclear
mantiene en vilo al mundo que pone sus ojos en la central
nuclear de Zaporiyia, sobre la que Moscú y Kiev rechazan las
acusaciones recíprocas de un ataque inminente con consecuencias
catastróficas para Europa y el mundo entero.
Un asesor de la agencia rusa Rosatom denunció el martes una
inminente redada ucraniana en el sitio. Falsedades y
provocaciones según Kiev, pues los rusos, en realidad,
plantaron minas en los reactores 3 y 4 de la planta con la
intención de simular un bombardeo y culpar a Ucrania del
accidente atómico, argumentan como contrapartida los ucranianos.
A pesar de las acusaciones mutuas, el día 497 de la
invasión amaneció sin incidentes. Pero el peligro no ha pasado:
el riesgo de "sabotaje del régimen de Kiev" sigue siendo "muy
alto", según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, mientras
los ucranianos denuncian el "silencio ensordecedor" del mundo y
lanzan un llamamiento a la comunidad internacional a "actuar de
inmediato" para liberar la planta de -supuestas- bombas rusas.
Kiev ha afirmado durante mucho tiempo que los rusos
colocaron minas en los reactores de la planta de energía nuclear
más grande de Europa para detonarlos y culparlos. Los expertos
de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) recordaron
que en los últimos días y semanas han inspeccionado la planta,
sin encontrar rastros de bombas. Pero eso no es suficiente: para
el director de la agencia de la ONU, el argentino Rafael Grossi,
"es necesario un mayor acceso para confirmar la ausencia de
minas o explosivos en el sitio", en particular "el acceso a los
techos de las unidades 3 y 4 del reactor es esencial, así como
partes de las salas de turbinas y del sistema de refrigeración".
El tiempo corre en Ucrania, y con él el miedo entre la
población a un nuevo Chernóbil. Así se prepara el país: el
presidente Volodimir Zelensky se reunió con los militares y los
jefes de la agencia Energoatom para discutir "la protección de
las centrales nucleares". Y el Ministerio de Sanidad de Ucrania
ha vuelto a difundir indicaciones a los ciudadanos sobre cómo
comportarse para defenderse de posibles radiaciones en caso de
accidente nuclear. Según la viceministra de Defensa, Hanna
Malyar, para Moscú un ataque a Zaporiyia representa una
"herramienta para lograr objetivos militares y cambiar el rumbo
de la guerra a su favor". Pero el resultado sería un desastre
nuclear con consecuencias no sólo en Europa.
Mientras tanto, la guerra continúa en el frente, donde
después de una semana difícil, Kiev se ha adjudicado la
liberación de 7,5 kilómetros en la línea de defensa rusa en
Melitopol y Berdiansk en el sur y la reconquista de territorios
al norte de Bakhmut. Mientras que, según el Jefe del Estado
Mayor de la Defensa del Reino Unido, Tony Radakin, el ejército
ruso ha perdido la mitad de su capacidad de combate, incluidos
2.500 tanques.
En Donetsk una potente explosión habría destruido un gran
depósito de municiones del MLRS ruso en Makiivka, donde según
las autoridades prorrusas una persona murió y 40 resultaron
heridas en los ataques en Kiev. En la región, informaron los
periódicos ucranianos, el área ocupada del ferrocarril
Yasynuvatya, utilizada por los rusos para suministros, fue
atacada.
Los gobernadores de Kursk y Belgorod denunciaron ataques
del ejército ucraniano en las regiones rusas, con un incendio en
un depósito de petróleo en la ciudad de Belgorod. Momentos de
tensión también se vivieron en Kiev, donde un hombre detonó una
bomba en el tribunal de distrito de Shevchenkiv de la capital en
un intento de fuga.
Luego de atrincherarse en una habitación, se suicidó
inmolándose, provocando dos heridos entre los policías. El
perpetrador ha sido identificado como Igor Humenyuk, acusado de
un ataque terrorista cerca del parlamento ucraniano en 2015.
(ANSA).
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Máxima alerta en Zaporiyia, se teme un ataque
Acusaciones cruzadas Kiev-Moscú. AIEA pide una inspección