Según Kiev, 60 mil toneladas del preciado grano se convirtió en humo en la localidad de Chornomorsk.
El ministerio de Defensa ruso rechazó las acusaciones de tener como objetivo los depósitos de grano, hablando de incursiones únicamente en instalaciones militares. Pero mientras tanto, subió la apuesta: a partir del 20 de julio, todos los buques que naveguen por el Mar Negro hacia puertos ucranianos serán considerados potenciales portadores de cargamentos militares, y los Estados de bandera serán considerados implicados en el conflicto como aliados de Kiev.
Para el presidente ruso, Vladimir Putin, Occidente utilizó el acuerdo "para enriquecerse" y como chantaje político, pero en cualquier caso Rusia está dispuesta a dar marcha atrás si se respeta su parte del trato, empezando por la supresión de las barreras a la exportación.
En tanto, el líder del Kremlin tiene que lidiar con lo que parece ser el regreso al ataque -esta vez solo en palabras- del jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin.
Un video difundido en las redes sociales y aún en verificación pública lo retrata por primera vez desde la revuelta de fines de junio.
En las imágenes, Prigozhin da la bienvenida a sus combatientes a su llegada a Bielorrusia: "Lo que está pasando en el frente" en Ucrania "es una vergUenza en la que no tenemos que estar involucrados", se escucha decir al ex oligarca, quien invita a sus hombres a prepararse para un "nuevo viaje a Africa". "Y quizás -añadió- volvamos a la operación militar especial en Ucrania en algún momento, cuando estemos seguros de que no nos veremos obligados a sentir vergUenza".
Ante la polémica, sin embargo, Moscú debe afrontar un nuevo ataque inmediatamente en Crimea después de aquel del puente de Kerch: esta vez fue atacada una base militar en el este de la península ocupada, con explosiones de municiones que llevaron a las autoridades a evacuar a más de 2.200 personas y el cierre de una carretera que conecta el puente de Crimea con Sebastopol.
El día 511 de la guerra comenzó en Ucrania con una serie de ataques en todo el país: explosiones fueron escuchadas en Járkov, Zhytomyr, Kropyvnytsky, Sumy, Mykolaiv, en Zaporiyia y en el Donetsk. Pero es sobre Odesa que los rusos insistieron con repetidos bombardeos, que provocaro ndaños y heridos en la homónima capital.
"Los terroristas rusos deliberadamente tomar en la mira las infraestructuras para el comercio del grano", atacó el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, mientras su consejero presidencial, Mykhailo Podolyak, se pregunta qué cosa hará la ONU al respecto.
De hecho, la ayuda internacional parece estar esperando por ahora y, mientras tanto, no llegan señales muy alentadoras para Ucrania de los países europeos vecinos que, a pesar de la crisis desencadenada por la decisión de Moscú de retirarse del acuerdo del Mar Negro, no tienen intención de renunciar a la prohibición de importar cereales ucranianos.
De hecho, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria pidieron a la Comisión de la Unión Europea que extienda la suspensión de las importaciones más allá de la fecha del 15 de septiembre.
La guerra no está alimentada únicamente por Crimea y el grano: de hecho, la lucha continúa en el frente, y mientras las fuerzas ucranianas reclaman terreno ganado en el sur y cerca de Bajmut, el ministerio de Defensa ruso sostiene que sus tropas el último día supuestamente avanzó "más de un kilómetro de profundidad y en un frente de hasta dos kilómetros de largo" en el noreste de Ucrania, tomando el control de la estación de tren de Molchanovo, en la región de Járkov.
Con la paz lejana, la guerra se desarrolla, por tanto, sobre el terreno, donde Kiev necesita armas para una contraofensiva que promete ser "lenta y difícil", según Podolyak.
Para ser precisos, "necesitamos más vehículos blindados, en primer lugar 200-300 tanques, 60-80 aviones F-16 y 5-10 sistemas de defensa aérea adicionales" Patriot o Samp/T.
El Occidente responde: según fuentes diplomáticas citadas por Politico, la UE propondrá un fondo dedicado a mantener las existencias militares de Ucrania durante los próximos cuatro años, con un costo de hasta 20.000 millones de euros. Mientras tanto, el Pentágono anunció un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, por un total de unos 1.300 millones de dólares. (ANSA).
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