(ANSA) - KIEV, 29 AGO - La contraofensiva para liberar a
Ucrania de Rusia trajo consigo "montones de cadáveres" entre los
soldados de Kiev, obligados a enfrentarse con las minas y con la
resistencia de las fuerzas de Moscú, que provocan un aumento
vertiginoso de las muertes entre las tropas.
Se trata de la trágica consecuencia de una campaña militar
más difícil de lo previsto, pero a la que Kiev no está dispuesta
a renunciar mientras reivindica éxitos en el sur: de hecho, la
bandera ucraniana volvió a ondear en la orilla izquierda del río
Dniéper ocupada por los rusos, en Jerson.
"Unidades ucranianas aterrizaron" en la zona y levantaron la
pancarta "para elevar el espíritu de la gente bajo ocupación".
"Y para indicar que la margen izquierda es Ucrania", afirmó
Nataliya Humenyuk, portavoz de las Fuerzas de Defensa del Sur.
El progreso que reivindica Kiev tiene un alto precio,
pagado por los jóvenes del frente.
El último testimonio de ese drama procede del corresponsal
de la BBC, Quentin Sommerville, desde el frente del este, donde
"la sombría tarea de contar los muertos se ha convertido en una
realidad cotidiana".
Una realidad que parece confirmar lo afirmado por
funcionarios estadounidenses citados por el diario The New York
Times la semana pasada, que habían estimado las pérdidas entre
los militares ucranianos en 70.000 muertos y alrededor de
120.000 heridos: cifras enormes, teniendo en cuenta que las
fuerzas armadas están compuestas por sólo medio millón de
personas.
Ucrania, en tanto, no proporciona ninguna cifra oficial de
muertos en la guerra, es un secreto de estado.
Hasta abril, las estimaciones filtradas por el Pentágono
situaban los muertos ucranianos en una cifra muy inferior,
17.500, según recordó la BBC, subrayando que el supuesto salto,
a más de 70.000, citado por el The New York Times, "se explica
en parte por la contraofensiva en el sur".
El inicio de la campaña para quebrar las defensas de
ocupación rusas en junio "fue costoso, particularmente para los
jóvenes soldados recién entrenados: morían por docenas cada
día", dijo a Sommerville en junio un sargento mayor desplegado
en Donetsk.
Quizás sólo la conclusión del conflicto podrá revelar las
cifras reales de muertes entre los soldados en batalla.
Mientras que la paz sigue siendo un espejismo y se sigue
luchando en el frente.
Durante la noche, las tropas rusas bombardearon la región de
Zaporizhzhia 91 veces, apuntando a 30 asentamientos, según el
jefe de la administración militar regional, Yuriy Malashko.
Sin embargo, es en el norte donde el ejército ruso
concentró actualmente sus fuerzas, en las zonas de Lyman y en
Kupiansk, ciudad de Járkov donde aún hoy las bombas de Moscú
mataron a un hombre de 45 años.
Mientras, la guerra continuaba amenazando el territorio de
Rusia: el Ministerio de Defensa afirmó que dos drones ucranianos
fueron derribados durante la noche sobre la región de Tula, a
180 kilómetros de Moscú.
El gobernador de la región fronteriza de Bryansk, Alexnder
Bogomaz, afirmó que las bombas en Kiev habían causado muertes,
entre ellas un niño, en la aldea de Klimovo.
Y al número de muertos en el frente se suma la tripulación
de un helicóptero ruso Mi-8, que se estrelló en la región de
Chelyabinsk.
En el impacto murieron los cuatro pasajeros. (ANSA).
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Kiev iza la bandera en el río Dniéper
Trágico aumento de las muertes ucranianas por contraofensiva