Unión Europea

Vicepremier Matteo Salvini, "acto de guerra hay que responder"

Europa sigue sin resolver y Lampedusa colapsada por los arribos

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA, por Massimo Nesticó - "Un acto de guerra", así el viceprimer ministro de Italia, Matteo Salvini, expresó su enfado por el "éxodo" que ha traído alrededor de 7.000 inmigrantes a Lampedusa, la isla siciliana, en apenas unos días. Los desembarcos son "el símbolo de una Europa que no existe, está distante, distraída y cómplice y deja que cada país afronte los problemas", sentenció lapidario.
    Atrapado por las interminables llegadas desde el Mediterráneo por un lado y el doble bofetón de Francia y Alemania por el otro, el Gobierno italiano pone a la UE en el punto de mira. Lo cual lleva tiempo. "Hemos firmado una asociación con Túnez y ahora queremos trabajar en acuerdos similares con otros países", afirma la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
    Ataca, en tanto, la oposición italiana con el líder del M5S, Giuseppe Conte, que habla del "fracaso de las políticas migratorias de este gobierno". Son días de tensión para el Ejecutivo afrontando una emergencia que pone en evidencia distintas sensibilidades. Entre los halcones emerge Salvini (Liga). "Lo que está sucediendo hoy en Lampedusa y Estrasburgo -afirmó- es sólo el fracaso de Europa y del acuerdo con los socialistas. Cuando llegan 120 barcazas no es un episodio espontáneo, sino un acto de guerra".
    Y, añadió: "estoy convencido de que hay una dirección detrás de este éxodo. Hablaremos de ello con calma dentro del gobierno, pero no podemos presenciar otras escenas similares.
    Creo que detrás de los desembarcos hay un sistema criminal organizado al que "todos responden con los medios disponibles. Nadie queda excluido".

 

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Lampedusa colapsa con miles de migrantes arribados

 
    La primera ministra Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) ha puesto la sala de control sobre el expediente de los inmigrantes en el Comité Interministerial para la Seguridad de la República (CISR), con los análisis puestos sobre la mesa de inteligencia, que desde hace tiempo señalan la inestabilidad de Libia y Túnez, que se enfrentan a una fuerte migración desde África subsahariana e incapaz de implementar un control costero eficaz.
    Un papel importante en el CISR lo desempeña el subsecretario Alfredo Mantovano, que tiene la responsabilidad de los servicios de inteligencia y no parece dispuesto a permitir rupturas con Europa ni escapes hacia adelante. Sin embargo, la estrategia implementada con el Plan Mattei de ayuda a los países de salida y tránsito tendrá efectos a medio-largo plazo.
    El tono del otro viceprimer ministro, el también canciller Anonio Tajani (Forza Italia, la tercera fuerza de la coalición de gobierno), también difiere del utilizado por Salvini: "la inmigración -subrayó el jefe de la diplomacia italiana- es un problema europeo, dDebe resolverse con la participación de todos los países de la UE. Y las instituciones comunitarias deben ser parte de la solución".
    Las posiciones de Berlín y París no son muy amigables con Roma. De las más de 12.000 solicitudes presentadas este año a Italia para acoger a inmigrantes registrados allí como país de primera llegada, "hasta ahora se han realizado 10 traslados", recordó el portavoz del Ministerio del Interior alemán. Por esta razón, Alemania ha suspendido el mecanismo de solidaridad voluntaria en virtud del cual acogió a 1.043 extranjeros procedentes de Italia el año pasado.
    Ante la "presión migratoria" de Italia, el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, anunció por su parte que Francia "duplicará el número de efectivos de control fronterizo: de 60 a 120 y se ubicarán en las montañas para interceptar a los pasajes nocturnos".
    Mientras tanto, la oposición pone la mira en el gobierno.
    "La situación -según Giuseppe Conte- está completamente fuera de control, Lampedusa se está hundiendo. Es un fracaso certificado también por el hecho de que Francia y Alemania nos dan la espalda, estamos aislados".
    Pierfrancesco Majorino (del Partido Demócrata, PD) define la gestión gubernamental de la inmigración como "simplemente desastrosa". Incluso para Nicola Fratoianni (AVS, izquierda) "la derecha intenta ocultar el fracaso". El líder de Acción, Carlo Calenda, ataca a Salvini: "escuchar a un viceprimer ministro utilizar la palabra 'acto de guerra' como si fuera un transeúnte en un bar es inaceptable. Nos está poniendo en ridículo. Que intervenga Meloni". (ANSA).
   

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