Más desembarcos y traslados a Lampedusa

(ANSA) - PALERMO 20 SEPT - Después de un día relativamente tranquilo, con un número bastante limitado de llegadas, el caos volvió a Lampedusa por la tarde, cuando en menos de una hora en el muelle de Favarolo se produjeron trece desembarcos con cientos de inmigrantes.
    Muchos fueron trasladados de las pequeñas embarcaciones a las patrulleras de la policía financiera, una nave llena de refugiados fue remolcada y al menos otra logró llegar allí sola.
    Las embarcaciones, aprovechando las buenas condiciones del mar, habrían viajado, avanzando paralelas en grupos de cuatro o cinco. Hasta unas horas antes se habían producido diez desembarcos con un total de 402 migrantes.
    Detrás de estas llegadas (de bangladesíes, egipcios, paquistaníes, sirios y tunecinos) no sólo está -y esto ocurre desde hace unos días- el frente abierto tunecino, sino también el libio.
    En las últimas horas son cada vez más las personas, en su mayoría muy jóvenes, que afirman haber zarpado de Zuwara.
    Los autobuses de la Cruz Roja siguen circulando desde el muelle Favarolo hacia el los centros de acogida donde, a la hora del almuerzo, se encontraban 1.136 personas.
    Por la tarde, la policía escoltó a 180 migrantes hasta el aeropuerto desde donde, en un vuelo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), partieron hacia Bérgamo.
    Todos, al bajar del autobús de Cruz Roja italiana y caminar hacia la pista, tenían una mirada aturdida, tal vez incluso preocupada.
    Para muchos de ellos, si no todos, fue un bautismo en el aire: cruzaron el desierto, caminaron durante días y emprendieron un viaje de dos o cuatro días por mar. Pero nunca tomaron el avión. Los voluntarios de la Cruz Roja y los médicos también intentaron apoyarles psicológicamente para evitar que entraran en pánico.
    Por la mañana, por petición de la prefectura de Agrigento, 450 personas fueron embarcadas en el ferry Galaxy que llegó a Porto Empedocle por la tarde. Los traslados se reanudaron a toda velocidad.
    En el muelle de Porto Empedocle, al amanecer, también se encontraba el prefecto de Agrigento, Filippo Romano. Quería comprobar con sus propios ojos que, tras el atraque del ferry Cossyra desde Lampedusa y el desembarco de los 190 inmigrantes, todo estaba en orden.
    Cuando llegó la lancha, había algo menos de 300 personas en la tensoestructura, todas dentro de las tiendas de campaña y el patio estaba vacío. El alcalde de Porto Empedocle, Calogero Martello, recibió la llamada telefónica del ministro del Interior, Matteo Piantedosi, quien le expresó la cercanía del gobierno.
    Piantedosi lo tranquilizó sobre la conclusión de las obras para la creación del centro de acogida en la zona final del puerto.
    Un centro al que se podrá acceder, por rutas internas, los inmigrantes trasladados desde Lampedusa, que no serán vistos por la población.
    "Las obras para la creación del centro de acogida de Porto Empedocle continúan al máximo ritmo posible. Contamos con un avance sustancial respecto al plazo de finalización previsto para noviembre -explicó el prefecto romano-. El punto de acceso estará conectado al de Lampedusa por la misma gestión, la Cruz Roja.
    Los dos centros de acogida deben verse como una especie de puente: el de Lampedusa da la bienvenida en primer lugar y el de Porto Empedocle encamina, lo más rápidamente posible, a los autobuses. Se estructurará como una especie de estación de autobuses, con un carril protegido de entrada y salida y camas suficientes para alojar a varios centenares de personas durante una o, como mucho, dos noches".
    En el frente opuesto, el de Lampedusa, se convocó a una nueva asamblea ciudadana para este miércoles por la tarde.
    "Se reiterará el no a la construcción de la ciudad de tiendas de campaña en Capo Ponente y el no a cualquier estructura vinculada a la gestión de inmigrantes o a actividades militares".
    "Si hubiésemos puesto nuestras manos y nuestros pensamientos en Lampedusa hace 25 o 30 años, quizás no habríamos llegado a esto", afirmó el cantautor romano Claudio Baglioni que, de 2003 a 2012 con el festival O' Scià, se comprometió personalmente para sensibilizar sobre el problema de los inmigrantes. Y mañana llegará a Lampedusa el líder de los M5s, Giuseppe Conte. (ANSA).
    Leggi l'articolo completo su ANSA.it