(ANSA) - KIEV, 22 SET - Un buen día para Ucrania ya que un
misil de Kiev impactó en el cuartel general de la Flota rusa en
el Mar Negro, en Sebastopol, mientras al parecer las fuerzas de
tierra consiguieron atravesar la primera trinchera defensiva -la
llamada línea Suroyikin- en Verbove, poblado al este de Robtyne,
en el oblast de Zaporiyia.
Algo que había ya sucedido pero con asaltos de la
infantería en pequeña escala. Ahora, en cambio, los ucranianos
penetraron con medios pesados, sugiriendo la hipótesis de una
ofensiva más bien estructurada y significativa. Pero la cautela
es imprescindible por el hecho de que el dato no fue confirmado
oficialmente. .
La noticia fue relanzada por el británico Telegraph sobre la
base de grabaciones efectuadas por los drones en la primera
línea y verificadas con el método de la geolocalización: las
imágenes muestran vehículos Stryker, Marder y Mrap que avanzan
por un camino rural hacia la periferia occidental de Verbove,
seguidos por vehículos para el desminado y acorazados M113 para
el transporte de tropas, de fabricación estadounidense.
Otras filmaciones indicarían que -esta vez según el
Instituto estadounidense para el Estudio de la Guerra- que las
fuerzas ucranianas avanzaron incluso al oeste y sudoeste del
poblado.
En Kiev las bocas por ahora están cerradas. "Pido a todos
esperar los comentarios oficiales acerca del estado de las
operaciones en el cuadrante de Zaporiyia: no es una buena idea
dar información al enemigo sobre lo que sucede en el terreno",
dijo Natalia Humeniuk, responsable del Centro de prensa
unificado de coordinación de las fuerzas de seguridad y de
defensa del sur del país.
Lo cierto, tanto porque fue reivindicado por el ejército
ucraniano como porque las imágenes hablan por sí solas, es el
bombardeo en Sebastopol del edificio histórico del cuartel
general de la Flota del Mar Negro, de estilo neoclásico.
Los medios rusos hablan de un solo soldado desaparecido,
pero a juzgar por los videos aparecidos en la red, una entera
ala del palacio fue destruida.
La onda expansiva de la explosión -dijo el gobernador Mijaíl
Razvozhayev vía Telegram - rompió las ventanas de diez edificios
residenciales en el centro de la ciudad, pero no causó heridos.
"Los sistemas de defensa aérea derribaron cinco misiles pero el
ataque dañó el edificio histórico de la flota", dijo el
ministerio de Defensa ruso.
En cualquier caso, este es sólo el último episodio, el más
espectacular, de una ya larga teoría de las incursiones llevadas
a cabo por Kiev en la península ocupada, una señal de que las
capacidades ofensivas ucranianas -gracias a los
franco-británicos Scalp/Storm Shadow y en algunos casos a los
ucranianos Neptuno, oportunamente modificados- aumentaron.
Los acontecimientos, sin lugar a dudas, son positivos para
Volodimir Zelensky, comprometido en un tour norteamericano luego
de la participación en la Asamblea General de la ONU: sin el
apoyo occidental, en particular de Estados Unidos, Ucrania no
puede ganar la guerra.
El momento es crítico. Entre las capitales cunde la duda de
que Kiev alcance el máximo de lo que puede hacer contra Rusia y
si llegó el momento de sentarse a la mesa de las tratativas.
El presidente y su entorno apostaron todo a la victoria y
sería un suicidio político congelar el conflicto en la línea del
frente actual. "Liberaremos Bakhmut", prometió Zelensky a
Estados Unidos. "Y pienso que liberaremos otras dos ciudades
pero no diré cuáles. Lo lamento: tenemos un plan, un plan muy,
muy completo", aclaró.
El líder ucraniano sabe que el tiempo juega en su contra
porque los rusos podrán atrincherarse nuevamente en el curso del
otoño-invierno y será ya muy difícil abrirse paso.
Y luego la política estadounidense, ya revuelta por loas
presidenciales de 2024. Y Zelensky lo vivió personalmente en
Washington. Y aquí las versiones que indicarían como próxima, de
parte de Estados Unidos, una provisión, si bien pequeña, de
misiles de largo alcance Atacms, lo que representa otra buena
noticia para Ucrania. Zelensky camina sobre un hilo, fino como
un cabello. (ANSA).
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