La policía neerlandesa dijo a los periodistas que el motivo del ataque aún no estaba claro.
"Escuché disparos y gritos, había pánico por todos lados.
Corrimos hacia la salida, dejando todos nuestros efectos personales", contó Beniamino Vincenzoni, de 24 años, un médico italiano afincado en los Países Bajos, entrevistado por ANSA, donde se desempeña, el Hospital Universitario Erasmus de Róterdam, escenario de uno de dos tiroteos.
"La policía detuvo a un hombre de 32 años que había entrado en una de las salas del hospital y abrió fuego contra un médico-profesor al que había llamado por su nombre antes de dispararle", afirmó Vincenzoni, que no excluye un motivo personal en el ataque.
"Róterdam es una ciudad multicultural con tiroteos casi diarios y se podría incluso pensar que se trata de un ataque selectivo", añadió el médico italiano, y precisó que el hombre que disparó, antes de ser detenido por la policía, "arrojó un cóctel Molotov en la biblioteca del hospital", lo que provocó un incendio que luego fue sofocado gracias a los bomberos".
El testigo contó que "el tirador, antes de dirigirse al hospital, fue primero a una casa particular, donde prendió fuego y luego se fugó".
"Según algunos testigos, el hombre vestía uniforme militar, mientras que según otros sólo llevaba una mochila sobre los hombros", añadió el médico italiano y sostuvo que la historia conmovió a todas las personas que se encontraban en el centro: "muchos llorábamos por la emoción", deslizó. (ANSA).
Leggi l'articolo completo su ANSA.it