(ANSA) KIEV - El Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se celebra por primera vez en Kiev, y esto es descrito como "un hecho histórico".
La presencia es el mensaje.
"Estamos aquí para demostrar que Ucrania forma parte de la familia europea y que la apoyaremos en su camino hacia la UE", señaló, por ejemplo, la canciller francesa Catherine Colonna.
Roma también está dispuesta a hacer su parte. Antonio Tajani, cara a cara con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, aseguró que la defensa de Ucrania será la prioridad del G7 italiano y que se está trabajando en "el octavo paquete de armas" que se enviará a Kiev.
"Veamos qué podemos ofrecer -explicó el titular de la Farnesina- los ucranianos siempre están interesados ;;en la defensa aérea. La lista no incluye solo armas letales, también se necesitan abrigos, por ejemplo, o gafas de visión nocturna.
Para nosotros la pauta es siempre nada que vaya más allá de la frontera".
Pero la suspensión de la ayuda decidida por Estados Unidos -aunque probablemente temporal- arrojó sin lugar a dudas una sombra oscura sobre el trabajo del Consejo. Así como la victoria electoral de Robert Fico en Eslovaquia.
El primero en dirigirse al elefante en la sala fue el anfitrión, Dmytro Kuleba, jefe de la diplomacia ucraniana. "Creo que hubo un incidente en Washington en el contexto de las negociaciones sobre el cierre: Estados Unidos sabe que la guerra en Ucrania no es solo un asunto interno, sino que tiene repercusiones en todo el mundo, ya estamos en contacto con demócratas y republicanos para encontrar una solución".
El alto representante para la política exterior de la UE, Josep Borrell, tras declararse "sorprendido" por lo ocurrido en el Congreso americano, quiso centrar la atención en la prueba de unidad dada por los 27 (en realidad 24, dado que faltaban los ministros de Hungría, Letonia y Polonia).
La UE -fue su posición- está haciendo mucho por Ucrania y continúa haciéndolo. "No veo que ningún Estado miembro vacile", garantizó Borrell, negando haber visto un riesgo de que Eslovaquia y Hungría pudieran bloquear la ayuda militar de Europa. Y si Estados Unidos reduce su compromiso, afirmó un miembro de su entorno, la UE tendrá que "considerar la opción de una compensación".
Y aquí es donde empiezan los problemas. En los pasillos del gran hotel de Kiev donde se celebró la semicumbre (además de Zelensky estaba también el comisario de Ampliación, Oliver Varhely) había cierta preocupación.
"Si Estados Unidos se distancia, el conflicto persistirá y adquirirá una dimensión enteramente europea", confió una alta fuente diplomática. "Pero Europa no tendrá ni los medios ni la capacidad para sustituir a Estados Unidos".
Moscú, por su parte, se frota las manos. El cansancio occidental ante el conflicto ucraniano "crecerá" llevando a la "fragmentación de las elites políticas", afirmó el Kremlin, aunque no considera "plausible" por el momento la retirada estadounidense del escenario.
Pero por primera vez se ha evocado el espectro. Y los 27 lo registraron, del mismo modo que registraron la ansiedad de Kiev al respecto.
"La victoria depende de nuestra cooperación", señaló Zelensky ante los ministros, mientras que, al otro lado del océano, el mandatario estadounidense, Joe Biden, intenta actuar: mañana mismo, según informó Bloomberg, tiene intención de llamar a los aliados para tranquilizarlos sobre la continuidad del apoyo estadounidense a Ucrania.
"Si Putin cree que puede durar más que nosotros, se equivoca", comentó por la noche la Casa Blanca.
El Consejo de la UE fue informal, por lo que no se previeron medidas concretas.
Borrell recordó que su propuesta de un plan específico para Ucrania por valor de 20 mil millones en 4 años en el marco del Fondo Europeo de Paz está actualmente "en estudio", empezando por 5 mil millones que se asignarán en 2024; sobre la entrada de Kiev en la Unión, también hay una "vigorosa apertura" en la mesa de ministros y la posibilidad "concreta" de que las negociaciones se abran realmente el próximo año, a pesar de la amenaza de oposición de Hungría.
"Estamos a favor y estamos dispuestos a ayudar a Ucrania, concretamente porque se alinea con el acervo europeo", declaró Tajani, anunciando el acuerdo para la reconstrucción de la catedral de Odesa por parte de Italia y el compromiso de poner la fórmula de paz de Zelensky "en el centro de su presidencia del G7".
"Agradezco a Italia, al gobierno y a la primera ministra por el apoyo político a nuestro país en todos los asuntos", respondió el presidente ucraniano. (ANSA).
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