Una complicación más se le suma a su detención, que es obra de tres facciones: Hamás (la mayoría), la Jihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, como ellos mismos lo hicieron saber.
Una situación irregular y aún más caótica que por el momento no permite -señalaron fuentes en la Franja - saber el número exacto de los que fueron llevados a través de la frontera.
De hecho, quienes actuaron en el ataque a Israel no fueron sólo milicianos de Hamas sino también miembros de otras facciones o simples inconformistas que asaltaron aldeas israelíes alrededor de Gaza y mataron o secuestraron a muchas personas que luego fueron llevadas a la Franja.
Los miembros de Hamas hicieron saber que los rehenes están retenidos en casas seguras y túneles, lejos de los ataques de Israel.
Las fotografías publicadas por las facciones en las redes sociales muestran un gran número de cadáveres, pero también soldados, mujeres y niños vivos.
La vida en Gaza está revuelta: todas las oficinas públicas están cerradas, al igual que las del gobierno y las comisarías, mientras continúan los ataques de la fuerza aérea israelí: entre los más sangrientos, los medios locales informan el ocurrido en el sur de la Franja, donde murieron 9 personas, entre ellas mujeres y niños.
Desde ayer (sábado) el ministerio de Sanidad hace un llamamiento a la gente para que donen sangre.
Una vez superada la primera fase de júbilo por el exitoso ataque contra el "enemigo sionista", la población teme ahora la llegada de tropas y tanques israelíes con su ingreso por tierra.
Y hay bastantes que abandonaron sus hogares en el norte de la Franja -especialmente en Beit Hanoun- desde que Israel declaró esa zona de guerra.
Miles de familias huyeron a la ciudad de Gaza y Jabalia en busca de algún lugar para alquilar, pero esto no es tan fácil dada la escasez de viviendas.
Parece que una de las soluciones podría ser la de las escuelas de la UNRWA, pero es difícilmente practicable, ya que hay que compartir el lugar con otros.
Con el corte de energía por parte de Israel -que representa el 80% del suministro total- la gente ahora tiene sólo 4 horas de electricidad al día y casi no hay Internet. (ANSA).
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