"Si no llega la ayuda financiera de la UE, será extremadamente difícil para nosotros", aseveró hoy Yulia Svyrydenko, vicepremier y ministra de Economía ucraniana.
En ese sentido, llamó a que los 27 países dejen de lado las incertidumbres y lleguen a un acuerdo sobre la revisión del presupuesto comunitario, que incluye hasta 50 mil millones de ayudas para Kiev en los próximos cuatro años.
Un dinero, en cierto sentido, ya presupuestado y que, de faltar, significaría golpe devastador a la estrategia de supervivencia de Ucrania.
Porque, en cierto sentido, ya se ve la luz al final del túnel.
"Durante el primer año de la guerra -continuó Svyrydenko durante una entrevista con ANSA y otros medios internacionales- nuestro objetivo era sólo sobrevivir, la economía se desplomó en un 29,6% del PBI. Este año, en cambio, registraremos un pequeño crecimiento, hasta el 4,9 %, y lo esperamos también para el año que viene: estamos hablando de una relativa estabilidad económica".
Naturalmente, hay que hacer un equilibrio respecto a la situación actual, es decir, una guerra brutal que no cesa. "Para 2024 esperamos un déficit de 41.000 millones de euros".
Por lo tanto, la financiación de la UE se vuelve crucial.
"Casi hemos completado los documentos bajo nuestra responsabilidad, es decir, las reformas que debemos ultimar y la lista de acciones específicas para los próximos cuatro años.
Contamos con esta ayuda y esperamos que las negociaciones no sean tan difíciles, porque esperamos que los estados miembros de la UE se den cuenta de que es necesario: esperamos la primera financiación en febrero".
"Casi hemos completado los documentos bajo nuestra responsabilidad, es decir, las reformas que debemos ultimar y la lista de acciones específicas para los próximos cuatro años.
Contamos con esa ayuda y esperamos que las negociaciones no sean tan difíciles, porque esperamos que los estados miembros de la UE se den cuenta de que es necesario: esperamos la primera financiación en febrero", precisó.
Svyrydenko subrayó que Ucrania "se unirá a la UE" y, por lo tanto, invertir en la reconstrucción "es una gran oportunidad para las empresas".
Por ese motivo, además de las contribuciones al presupuesto estatal, la ayuda de los socios internacionales también se utilizará para estimular "las inversiones en los sectores privados más prometedores".
Los sectores identificados son agricultura, tecnología de la información, logística, energía, manufactura verde y acero y defensa.
La idea subyacente es simple: ¿qué puede generar crecimiento del Producto Bruto Interno? "Si hubiéramos localizado la producción de la mitad de la ayuda militar recibida el año pasado, habríamos estimulado el crecimiento entre un 5 y un 6%", señaló.
Para que lleguen las inversiones privadas, sin embargo, es necesario garantizar la seguridad -por lo que se necesitan "más defensas aéreas contra misiles y drones en varias ciudades"-, además de implicar plenamente al sector asegurador, dado que las agencias de exportación, "como la italiana Sace", están dispuestas a garantizar las inversiones de las empresas privadas.
"Pero, por nuestra parte, es necesario trabajar más en términos de visibilidad de oportunidades", admitió Svyrydenko.
El último punto es el uso de activos rusos congelados para la reconstrucción: "Rusia debe pagar, no los contribuyentes europeos", explicó.
"La mayoría de los socios se opusieron el año pasado a esta hipótesis porque temían que dañara el sistema financiero europeo. Pero observo que ahora la actitud está cambiando".
(ANSA).
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