(ANSA) - BRUSELAS, 28 GEN - La última vez, Ursula von der
Leyen dio la bienvenida a los líderes africanos en el foro
Global Gateway con una exhortación: "Avancemos juntos". Ahora la
invitación está lista para resonar en Roma, en el marco de la
cumbre UE-Africa, sellando la sintonía con la acción del
gobierno de Giorgia Meloni y el nuevo Plan Mattei.
La estrategia de inversión italiana "encaja bien", en
palabras de Bruselas, "con la visión conjunta" de los líderes
europeos y africanos. Y, sobre todo, al maxiplan de la UE de 300
mil millones de euros lanzado en 2021 por el Palacio Berlaymont
para lanzar la contraofensiva contra Pekín y su Ruta de la Seda.
Un apoyo a Roma también en materia de migración -con la
esperanza de desalentar las salidas-, acompañado del memorando
firmado en julio con Túnez, que pronto podría replicarse con un
nuevo acuerdo con Egipto.
El cambio de paradigma en África consagrado en el plan verde
y tecnológico de Global Gateway se refleja en los números: las
inversiones para el continente africano -en gran parte no
reembolsables- ascienden en total a unos 150 mil millones de
euros, la mitad de los recursos disponible.
Y avanza en dos direcciones: estabilizar el hemisferio sur y
contrarrestar la influencia de los gigantes China y Rusia.
En los últimos dos años, los acuerdos en materia de energía,
digital y transporte se han sucedido, con una larga lista de
proyectos: autopistas, puentes, cables eléctricos, plantas
eólicas y solares, escuelas, líneas ferroviarias: en Senegal,
Burundi, Congo, Kenia, Ruanda, Namibia, Angola, Benin, Costa de
Marfil, Zambia, Tanzania.
El objetivo declarado es recuperar la influencia
internacional llevando "valores europeos" a Africa y
respondiendo a los problemas geopolíticos, desde la seguridad
energética y económica hasta las cadenas de suministro, de los
socios emergentes.
A finales del año pasado Bruselas, llamando a reunirse a los
países miembros y al sector privado en el Equipo Europa, ya
había comprometido en conjunto -también para los socios de
América Latina y Asia- casi 70 mil millones de euros para un
plan que durará al menos hasta 2027, mucho más allá de las
elecciones europeas, al final del ciclo de vida del presupuesto
plurianual de la UE. Y que, según la visión de Ursula von der
Leyen, comprometida justo antes de Navidad con la inauguración
de una fábrica de BioNTech en Ruanda para la producción a gran
escala de vacunas de ARNm, deberá llevarse adelante con decisión
para demostrar al mundo que la UE no está "solo interesada en
extraer recursos" de Africa, sino en aumentar su crecimiento
invirtiendo en "capacitaciones para los trabajadores locales".
A dar apoyo a la estrategia africana en el eje Roma-Bruselas
se encuentran los acuerdos bilaterales sobre migración que la UE
se comprometió a impulsar desde hace meses.
Se espera que a finales de febrero esté finalizado un nuevo
memorando con Egipto, siguiendo el modelo del acuerdo firmado en
julio con el líder tunecino Kais Saied.
E incluso en este caso el acuerdo se centrará en la
migración, centrándose en la energía y la infraestructura.
El Cairo -que en Roma está representado por la ministra de
Cooperación Internacional, Rania Al-Mashat- para la UE "puede
convertirse no sólo en un proveedor fiable de gas sino también
de energías renovables".
Un expediente destinado a ocupar un lugar central en las
próximas semanas. Y acabar sobre la mesa de la cumbre
Italia-Africa.. (ANSA).
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Desde la UE, más proyectos con Global Gateway
Eje inversiones e inmigrantes, objetivo llegar a acuerdo Egipto