(ANSA) - BRUSELAS, 05 MAR - El primer ministro húngaro,
Viktor Orban, frenó el último tramo la carrera del primer
ministro neerlandés saliente, Mark Rutte, hacia la sucesión de
Jens Stoltenberg al frente de la Alianza del Atlántico Norte
(OTAN).
Una carrera que hasta ahora parecía imparable, hasta el
punto de inducir a algunos países a sincerarse y cerrar
rápidamente el juego de sucesión.
Grandes nombres del calibre del presidente francés,
Emmanuel Macron, y del mandatario estadounidense, Joe Biden,
habían señalado a Rutte como el candidato ideal para ocupar el
lugar del ex primer ministro noruego, que ha estado al frente de
la Alianza Atlántica durante nueve años.
La oportunidad para encontrar la solución adecuada debería
haber sido la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores en
Bruselas prevista para el 3 de abril, en la que se celebrará el
75º aniversario del Pacto Atlántico, pero la decisión desde
Budapest amenaza ahora con reabrir el juego.
Como ocurre con todas las determinaciones de la OTAN, el
nombramiento del secretario general también se realiza por
consenso.
Precisamente el día en que el recién elegido presidente de
Hungría, Tamás Sulyok, firmaba la decisión del Parlamento de
ratificar la membresía de Suecia en la OTAN, Budapest rechazó la
hipótesis de Rutte.
"Ciertamente no podemos apoyar la elección de una persona
como secretario general de la OTAN que en el pasado quería poner
de rodillas a Hungría", afirmó el ministro de Asuntos
Exteriores, Péter Szijjártó.
Expresión utilizada por el primer ministro holandés en la
cumbre de junio de 2021, cuando la mayoría de los líderes
europeos tronaron contra la ley, fuertemente apoyada por Orban y
tachada de "vergonzosa" por la presidenta de la Comisión
Europea, Ursula von der Leyen, que prohíbe la "promoción de la
homosexualidad" entre menores.
Con esa ley, perjudicial para los derechos LGBTQI+,
"Hungría no tiene lugar en la UE", había afirmado
categóricamente Rutte, quien siempre ha sido un enemigo acérrimo
del primer ministro húngaro y de sus posiciones
discriminatorias.
"El objetivo a largo plazo -añadió- es poner de rodillas a
Hungría. Deben entender que o son miembros de la Unión Europea
y, por tanto, de nuestra comunidad de valores" o "están fuera de
ella", añadió entonces.
Casi tres años después de esas palabras, Orban pareciera
cobrarse venganza.
Ahora sólo queda entender si exigirá algo a cambio para
retirar el veto. (ANSA).
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Orban rechaza a Rutte como conductor
Revancha tras duros dichos del neerlandés contra Hungría en 2021