Así lo aseguró un funcionario del servicio de inteligencia aliado, que permaneció mantenerse en el anonimato.
"Moscú adopta la estrategia de la guerra de desgaste para debilitar la moral de los ucranianos y reducir la disponibilidad de recursos hasta el colapso interno", confió la fuente.
Además, quiere empujar a "diez millones de refugiados" a la Unión Europea, para desestabilizar el continente y luego gestionar mejor lo que queda de Ucrania.
Una de las grandes cuestiones, por no hablar de las dudas, es explicar cómo pretende el Kremlin controlar Ucrania, una vez que haya tomado el control de ella.
"La posguerra -afirmó el funcionario- podría asimilarse al antiguo Pacto de Varsovia: pocas tropas rusas sobre el terreno, fragmentos de la sociedad ucraniana que se prestan a gestionar el país".
El resultado, para Moscú, sería tener "una segunda Bielorrusia" y cerrar el anillo defensivo hasta el Mar Negro, por lo que resulta imprescindible darse prisa y ayudar a Ucrania de aquí al verano con nuevos suministros de armas y municiones, "dando prioridad a iniciativas concretas como la lanzada por Praga".
Las municiones y los sistemas de defensa aérea escasean porque Occidente no reaccionó lo suficientemente rápido para fortalecer el sector de defensa, a diferencia de Rusia, que ahora puede contar con "seis millones de piezas de artillería" entre la producción interna (4,5 millones) y la ayuda de Corea del Norte.
Francia fue el primero entre los países europeos en impulsar la necesidad de avanzar hacia una "economía de guerra" -por ejemplo, el presidente Emmanuel Macron inauguró hoy una nueva fábrica de explosivos para municiones en Bergerac- y en 2025 empezarán a ver los primeros resultados, también en términos de Aumento de los suministros a Ucrania.
Por el contrario, muchos analistas coinciden en que, a partir de 2025, Rusia empezará a tener problemas para mantener elevada su producción bélica, también gracias al efecto acumulativo de las sanciones.
La estrategia de colapso interno, ligada a los efectos del conflicto de desgaste, no va, sin embargo, más allá de la presión en el frente.
El punto débil, según una importante fuente aliada, es ahora la región de Járkov. "Moscú reunió 200.000 hombres en sus fronteras".
Se teme que el Kremlin quiera hacer de la segunda ciudad más poblada de Ucrania "una nueva Mariupol", contribuyendo así al revés psicológico.
Por lo tanto, no se habla de negociaciones, porque el Kremlin quiere aprovechar la ventaja.
Y, en cualquier caso, Moscú aspira a tratar directamente (y sólo) con Estados Unidos, aislando a Europa y Ucrania, con la idea de poner sobre la mesa "una nueva estructura de seguridad continental".
Pekín, señaló la fuente de inteligencia, "apoya a Rusia en este enfoque". (ANSA).
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