(ANSA) - MOSCU, 22 MAG - Al día siguiente del inicio de los
ejercicios para el uso de armas nucleares tácticas, llega desde
Moscú otra noticia que está destinada a crear nuevas tensiones
con Occidente.
El ministerio de Defensa ha presentado una propuesta para
revisar las fronteras del Mar Báltico con Finlandia y Lituania.
A una fuerte negación extraoficial le siguió una media admisión
por parte del Kremlin, mientras Helsinki y Vilnius pedían
explicaciones a Moscú.
Al mismo tiempo, el Pentágono acusó a Rusia de haber lanzado
el 16 de mayo un satélite que "probablemente es un arma
contraespacial", colocándolo en la misma órbita que un satélite
del gobierno estadounidense. El viceministro ruso de Asuntos
Exteriores, Serghei Ryabkov, responsable de las relaciones con
Estados Unidos, lo negó y lo calificó de "noticias falsas". Y el
portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú estaba
actuando "absolutamente de acuerdo con el derecho internacional"
y apoyaba "la prohibición de lanzar cualquier arma al espacio".
Mientras tanto, después de la cumbre en Pekín entre los
presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping, Gran Bretaña dice que
China está proporcionando a Moscú ayuda militar "letal" para ser
utilizada en el conflicto en Ucrania. Se trata de "un avance
importante", afirmó el ministro de Defensa de Londres, Grant
Shapps, refiriéndose a las pruebas proporcionadas por los
servicios de inteligencia británicos y estadounidenses.
La propuesta de revisar las coordenadas geográficas para
modificar los confines marítimos en el Báltico fue publicada en
un sitio web gubernamental por el Ministerio de Defensa, que lo
eliminó después de unas horas. El motivo aducido fue que las
coordenadas actuales, establecidas por la Unión Soviética en
1985, se basaban en mapas náuticos a pequeña escala que databan
de mediados del siglo XX y "no se corresponden plenamente con la
situación geográfica moderna".
El objetivo de la propuesta parece ser declarar aguas
interiores de Rusia las que rodean un grupo de islas rusas en el
cuadrante oriental del golfo de Finlandia y las que dominan las
localidades de Baltiysk y Zelenogradsk, en el enclave de
Kaliningrado.
Después de que la noticia de la propuesta se difundiera ayer
en las agencias rusas, una "fuente político-militar" citada por
el mismo medio aseguró que Moscú "no tiene intención de revisar
la línea de la frontera estatal en el Báltico". Pero el portavoz
Peskov no negó la propuesta e invitó a los periodistas a ponerse
en contacto con sus autores en el Ministerio de Defensa para
obtener información al respecto. En general, añadió, el nivel de
tensiones, especialmente en esta región, "exige medidas
relativas" por parte de los ministerios y agencias rusos "para
garantizar la seguridad nacional".
La respuesta de Lituania fue muy dura.
"Otra operación híbrida rusa está en marcha, esta vez en un
intento de sembrar el miedo, la incertidumbre y las dudas sobre
sus intenciones en el Mar Báltico", escribió el ministro de
Asuntos Exteriores de Vilna, Gabrielius Landsbergis, en X.
"Se trata - añadió - de una clara escalada contra la OTAN y
la UE que debe abordarse con una respuesta apropiadamente
firme".
Una fuente del gobierno lituano dijo que se había convocado
a "un representante de la Federación Rusa" para "obtener una
explicación completa".
La reacción de Finlandia fue más cautelosa, anunciando que
también quería pedir explicaciones a Rusia por la vía
diplomática.
El Primer Ministro Petteri Orpo afirmó que "no ve ningún
motivo de mayor preocupación en este momento".
"Una vez que sepamos exactamente cuál es el problema, se
sacarán conclusiones", añadió el Primer Ministro, subrayando que
"las autoridades siempre han seguido la situación y han estado
en contacto con Rusia a través de canales diplomáticos desde el
principio".
Mientras tanto, en Ucrania, el ministerio de Defensa de
Moscú dijo que las tropas rusas habían conquistado otra aldea,
Klescheevka, en la región de Donetsk.
Mientras estaba en Járkov, el jefe de la administración
político-militar prorrusa, Vitaly Ganchev, anunció que hasta el
momento 49 aldeas han caído en manos de los soldados de Moscú.
De ellos, 13 durante el avance que comenzó el 10 de mayo desde
la frontera rusa hacia el noreste y 36 en el que se prosigue
desde hace meses desde el sur en el distrito de Kupyansk.
(ANSA).
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'Armas en el espacio y cambios en las fronteras'
Londres acusa a China de otorgar ayuda militar letal a Putin