Unión Europea

El soberanista Wilders coquetea con Meloni y Salvini

La derecha a la carga en las elecciones parlamentarias europeas

Geer Wilders, en la búsqueda de una gran alianza de derecha

Redazione Ansa

(ANSA) - LA HAYA, 05 GIU - La invitación de la líder de francesa Marine Le Pen a formar un maxi grupo de derecha en Bruselas tiene un apoyo más: el neerlandés Geert Wilders. La carga de los soberanistas hacia Europa comienza en los Países Bajos al amanecer del 6 de junio. Cuando la apertura de los colegios electorales en el territorio naranja supondrá también el inicio de la cita decisiva para el futuro del proyecto común en todos los Veintisiete.
    Un futuro en el que el líder de la extrema derecha del Partido por la Libertad (PVV), recién llegado de un acuerdo de gobierno en casa, estaría "entusiasmado" por trabajar junto a Matteo Salvini y Giorgia Meloni en los pasillos del Parlamento Europeo. Por ambos, afirma, hablando con ANSA al margen de una última multitud en el corazón multicultural de La Haya, tiene "un gran respeto". Todo dependerá de si existe "la posibilidad de formar un grupo más grande", uniendo las dos almas de los Conservadores Europeos (ECR) de la premier italiana e Identidad y Democracia (ID), sede de la fundadora de Rassemblement National (en español Agrupación Nacional).
    Los carteles publicitarios a lo largo de los canales y carriles de bici de La Haya muestran un mosaico de candidatos con hasta 20 partidos compitiendo por los 31 escaños del país en la Cámara Europea. Sin embargo, muchos en la ciudad dicen que están cansados ;;de la política y que la participación electoral corre el riesgo de ser baja.
    Después de haber abierto las puertas al poder en las últimas elecciones políticas, Wilders intenta consolidar su consenso acudiendo al Haagse Markt, el mayor mercado al aire libre de Europa, desde donde lanza un último llamamiento a ese voto que representa "una ocasión histórica para los Países Bajos". Y para su partido que, con el favor de todos los sondeos, podría superar el 30%, confirmándose firmemente a la cabeza en un país polarizado.
    En segundo lugar -casi duplicado- en intenciones de voto estaría la fórmula laborista-verde, encabezada por el padre del muy controvertido Pacto Verde, Frans Timmermans, que incluso en las últimas horas de la campaña intenta resistir el tsunami populista reivindicando la política de tolerancia e inclusión de una Holanda que "es de todos".
    Entre los puestos de frutas y verduras, productos típicos locales, especias y comidas mediterráneas y orientales, el sentimiento de amor u odio hacia Wilders es al menos tan binario como el líder xenófobo y anti-islámico. Los temas protagonistas del viaje que le llevó al inesperado triunfo de noviembre no han desaparecido: la inmigración, la política de vivienda que hay que rediseñar, el cambio climático y el futuro de la agricultura sin las limitaciones verdes impuestas por la UE.
    Un nuevo éxito esta vez llevaría a Wilders a mirar más allá de la frontera: a la misma Bruselas con la que durante años, abanderada del ahora abandonado "Nexit", quiso cortar todos los vínculos. "Occidente está despertando. Partidos como el mío crecen y se vuelven cada vez más populares en toda la UE. La gente está despertando", repite a periodistas y simpatizantes.
    El objetivo del ultranacionalista es ahora erosionar la Unión desde dentro con un "fuerte apretón" en las políticas de asilo, y también propone una derogación de las normas de la UE ya puestas en blanco y negro en el programa de coalición. Una línea que encuentra una gran afinidad con el pensamiento francés de Marine Le Pen y su protegido Jordan Bardella, quienes a su vez se proyectan hacia una aplastante victoria sobre el presidente Emmanuel Macron.
    Su Asamblea Nacional en Bruselas ya está en el centro de la familia ID (Identidad y Democracia) junto con Matteo Salvini.
    Con él, recuerda Wilders, "ya trabajamos". El enigma a resolver es la alianza con Meloni para dar -quizás incluso con el apoyo de Viktor Orban- el empujón final a Ursula von der Leyen y su mayoría formada en los últimos años con socialistas, liberales y verdes.
    En cambio, Alternative Fuer Deutschland "todavía tiene algo que resolver", deja escapar Wilders.
    Los próximos tres días serán "cruciales para decidir" qué forma tendrá Europa: si tendrá "fronteras más abiertas y más inmigración, o si será diferente, con un retorno de los poderes legislativos a manos de las naciones". Esto, afirman los soberanistas, "es lo que pretendemos". (ANSA).
   

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