Así lo confirmó el presidente de los Républicains, Eric Ciotti, tra sel anticipo que dio el diario Le Figaro.
Una tormenta en la derecha francesa se originó después de que Ciotti anunciara "la necesidad de una alianza" con el Rassemblement National (RN) de Marine Le Pen y Jordan Bardella, con vistas a las elecciones generales anticipadas del 30 de junio.
Para el partido neogolista, heredero de una profunda tradición antifascista, un acuerdo con los lepenistas sería una primicia absoluta, un escenario fuertemente rechazado por numerosos representantes de los republicanos.
"Necesitamos una alianza, quedándonos nosotros mismos, con el Rassemblement National y sus candidatos", declaró Ciotti en TF1, precisando que mantuvo conversaciones tanto con Le Pen como con Bardella, los grandes triunfadores en la votación del domingo pasado en las europeas.
Palabras que están provocando indignadas protestas de muchos compañeros de partido. Empezando por el presidente de los senadores LR, Gérard Larcher, que siempre se opuso a cualquier pacto con la extrema derecha.
Sin embargo, ante la creciente polémica, Ciotti se muestra decidido a permanecer en su puesto.
"Soy presidente y seguiré siendo presidente de los Républicains", declaró, a pesar de la multiplicación de los llamamientos a la dimisión.
"Mi mandato -agregó- lo obtuve de los militantes y solo los militantes podrán revocarlo".
Elegido en los Alpes Marítimos, en el sureste del país, Ciotti es considerado uno de los halcones de LR; entre los más tenaces partidarios, entre otras cosas, de una política de firmeza y de rechazo de los migrantes en la frontera con Italia.
(ANSA).
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