(ANSA) - MADRID 25 JUN - El Tribunal Supremo estableció en
una sentencia conocida hoy que un beso sin el consentimiento
expreso o tácito constituye un delito de agresión sexual.
El beso no consentido, argumenta, constituye un delito de
agresión sexual al configurar una "intromisión en la libertad
sexual" de la víctima con el propósito de "obtener una
satisfacción sexual a costa de otro".
Así se pronunció la Sala de lo Penal del tribunal en la
sentencia que confirma la condena de un año y nueve meses de
cárcel impuesta a un agente policial que, en la zona de los
calabozos de un juzgado de Sevilla en 2020, dio un beso en la
mejilla a una detenida y después intentó dárselo en los labios
sin su consentimiento.
Tras la reforma de la ley del "solo sí es sí", el delito de
abuso sexual en el que se basó la condena impuesta por la
Audiencia Provincial de Sevilla se transformó en un delito de
agresión sexual.
Con la nueva jurisprudencia, no es preciso un "no" de la
víctima ante intentos de besar a una mujer, sino que ahora "es
radicalmente distinto" ya que, "la clave está, al revés, en si
hubo consentimiento", señalan los magistrados.
Añaden que no puede entenderse "que exista un derecho de
cualquier persona a acercarse a otra y darle un beso cuando la
víctima no lo admite como prueba de cariño o afecto" por la
circunstancia que sea, sino "como un ataque personal a su
intimidad y libertad sexual de consentir o no consentir quién
pueda acercarse a la misma para hacer un acto tan íntimo y
personal como es darle un beso".
Para los magistrados "el contacto fugaz de un beso no
consentido supone una invasión corporal" sobre la víctima, "que
no está obligada a admitir actos sobre su cuerpo de contenido
sexual, como puede ser un beso inconsentido en su cara".
El agente condenado lo que hizo fue aprovecharse de que la
víctima estaba detenida "en un medio hostil por desconocido" y
la besó.
Además, señala la sentencia, el agente "llegó a mirarse
directamente sus genitales y a resoplar para que la detenida se
fijara en él, y en el estado de excitación en que se
encontraba".
La sentencia también considera probado que el agente le
envió mensajes en trozos de papel en los que le pedía permiso
para abrazarla, lo que ella negaba con gestos, lo que "no evitó
que se acercase y le diese un beso en la mejilla" e intentara
darle otro en los labios, lo que la víctima evitó "volviendo la
cara". (ANSA).
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Beso no consentido es "agresión sexual"
Sentencia del Tribunal Supremo