Y Meloni no parece dispuesta a entregar cheques en blanco a la presidenta saliente.
"No creo que dure este intento" de los partidos pro-UE "de barrer el polvo debajo de la alfombra.
La mayoría es frágil e, inevitablemente, se inclinará hacia la derecha en las medidas del Parlamento de la UE", subrayó la premier.
Sus palabras no excluyen, sin embargo, que Hermanos de Italia (FdI, por su siglas en italiano), en el secreto de las urnas, finalmente vote por Von der Leyen.
Por supuesto, advirtió Meloni, "Italia debe recibir lo que se merece".
Es decir, un comisario con un mandato fuerte y una vicepresidencia como sombrero.
Las palabras de Meloni no sorprenden demasiado a Von der Leyen, quien constantemente oscila entre abrazar a los Verdes y el apoyo silencioso de parte de la ECR.
En Cascais, la presidenta saliente optó por dar un paso al costado en la la alianza con los Verdes, intentando sellar, al menos, los votos de los eurodiputados más conservadores del Partido Popular Europeo (PPE).
De hecho, en una reunión con la delegación de Forza Italia (FI), Von der Leyen subrayó que tiene la intención de renovar el Pacto Verde, haciendo desaparecer la idea impulsada por los ecologistas, la de un supercomisario para la transición.
La próxima semana serán los días de la verdad para Von der Leyen.
La presidenta designada para la Comisión verá uno por uno a los grupos de la mayoría pro-UE y también volverá a reunirse con los Verdes.
Habrá tratativas sobre los temas de la próxima Comisión, sobre las delegaciones que se confiarán a los gobiernos individuales en el Ejecutivo europeo, sobre las principales funciones del propio Parlamento de la UE.
Von der Leyen "nos garantizó que las delegaciones para el Pacto Verde se dividirán entre varios comisarios. Nos garantizó que habrá un enfoque moderado en la transición", subrayó el jefe de la delegación italiana, Fulvio Martusciello, asegurando, quizás por primera vez con claridad, los votos de FI para el "bis" de Úrsula En las mismas horas, en Bruselas, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S, por sus siglas en italiano) certificó su punto de inflexión y entró oficialmente en la izquierda de la UE.
La negociación con la izquierda duró sólo 24 horas y el apoyo de ese sector italiano fue fundamental para el resultado de la operación, que tranquilizó a las demás delegaciones presentes en la cámara sobre el "largo proceso de transformación del M5S".