Unión Europea

La vuelta de Ursula, nuevamente reina de Europa

La exministra alemana tiene a Bruselas en su ADN.

Urusla von der Leyen junto a Angela Merkel en una imagen de archivo

Redazione Ansa

(ANSA) - BRUSELAS, 18 LUG - Sus colaboradores narran que sale a correr siempre que puede. A veces también sucede que somete a los desafortunados de turno a largas sesiones de "power walk" (caminar con ritmo sostenido y rápido) que se convierten en auténticas reuniones de trabajo Y el entrenamiento parece haberle servido para completar una marcha imparable y ser coronada, una vez más, como la reina de Europa. Un camino que Ursula von der Leyen emprendió en febrero como Spitzenkandidatin (candidata elegida) por sus Populares, salpicado por el fuego de los enemigos y presuntos amigos que, para el desvalido que tiene a Bruselas en su ADN, resultó no menos complicado que el bautismo de fuego de un período de cinco años, atravesado por desafíos delicados como el Brexit y crisis trascendentales como la del Covid-19 y la agresión de Rusia hacia Ucrania Hace cinco años no había sido la primera opción y, según quienes la conocen, ni siquiera se lo esperaba. Esta vez, la exministra de Defensa alemana tomó protagonismo desde el principio, aspirando a un bis que pretende honrar apostando de nuevo por el Pacto Verde, por la "unidad en la diversidad" de los europeos, por la creencia de que los extremistas no serán los que sabotearán sus cimientos.
    Mesurada, adicta al trabajo, meticulosa, la presidenta que hizo historia al convertirse en la primera mujer en liderar el ejecutivo de la UE -con el apoyo de su antigua aliada Angela Merkel y Emmanuel Macron- es considerada por la mayoría como predestinada a liderar a Europa.
    Y se lo comprende ya desde su carta de identidad: Ursula Gertrud Albrecht es alemana pero nacida y crecida en Ixelles, uno de los barrios ícono de Bruselas, en octubre de 1958. Su padre Ernst, gran partidario de la integración comunitaria, fue uno de los primeros funcionarios de la Comisión UE que Von der Leyen regresó después de una vida entre Hannover y Berlín, hablando de un "retorno a casa" y tomando el relevo del más exuberante Jean-Claude Juncker. Primero, la ex médica y madre de 7 hijos que en casa impulsó la causa de la CDU -el poderoso partido alemán de centroderecha- había asumido el papel de ministra de la Familia (liquidación del permiso de paternidad) y más tarde el de líder de la Bundeswehr, intentando modernizarlo sin éxito y atrayendo más de una crítica.
    Habiendo superado la Cámara Europea por solo nueve votos en 2019 (el M5 fue el decisivo), desde el decimotercero piso del Palacio Berlaymont -donde también se instaló en un estudio de 25 metros cuadrados para mostrar su dedicación a la causa- Von der Leyen gestionó las escaramuzas con Londres, los meses convulsos del Covid, de la campaña de vacunación -con las acusaciones del Pfizergate aún por resolver- y del abismo económico, la cruel invasión de Ucrania por Vladimir Putin.
    Acusada por sus detractores de ser formidable, centralizadora y de ir mucho más allá de sus competencias, la alemana decidió a principios de este año lanzar su propia campaña electoral, y recordó uno por uno los altibajos de su trabajo. Intentó cambiar de cara y mostrar su lado más humano, llegando a casi todos los rincones del continente. Al final, ni siquiera los francotiradores pudieron hacer nada: la exministra, como chica amante del punk, ganó su apuesta cerrando un pacto de hierro con las fuerzas proeuropeas. Para sellar el lema lanzado pocas semanas después de la votación: "Europa es nuestra casa".
    (ANSA).
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