Unión Europea

La UE entrega a Kiev activos rusos congelados

Beneficios para armas y la reconstrucción. Ira del Kremlin.

La presidenta de la Comision Europea (CE), Ursula von der Leyen.

Redazione Ansa

Un primer tramo simbólico de ayudas a Kiev y una respuesta decidida a Moscú. Luego de meses de negociaciones extenuantes que culminaron con el pacto firmado por el G7 en Borgo Egnazia, Europa consigue hacer realidad la ambición de utilizar los beneficios derivados de los activos soberanos rusos congelados en las entrañas del continente para dar nueva savia a las fuerzas ucranianas en su resistencia a la invasión y en la reconstrucción.
    El anuncio de una transferencia inicial de 1.500 millones de euros -arribado de la presidenta de la Comisión UE, Ursula von der Leyen- inmediatamente desencadenó la ira del Kremlin, que calificó como "ilegal" la operación y amenazó con represalias jurídicas.
    Contenido el veto de Viktor Orban mediante una estratagema legal, los Veintisiete lograron días atrás acordar emplear los beneficios generados por los intereses sobre 192.000 millones de euros de bienes rusos inmovilizados y detenidos en Bruselas en el depósito de títulos Euroclear. Bienes que -conforme a datos difundidos por el propio instituto financiero- entre febrero y junio de este año dieron ganancias por 1,55 mil millones.
    Resueltos asimismo los últimos tecnicismos jurídicos -luego de un largo debate para evitar que la operación terminase por asumir las semblanzas de una confiscación-, la luz verde oficial para partir con el primer tramo llegó de la sociedad belga el 23 de julio. Con una retención del 10% de los beneficios como amortiguador contra riesgos legales y financieros.
    Un paso para demostrar que Europa "sigue del lado de Ucrania" y que, según afirmó von der Leyen apoyada también por el Alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, "no hay mejor símbolo ni mejor uso del dinero del Kremlin que utilizarlo para hacer que Ucrania y toda Europa en un lugar más seguro para vivir".
    Casi todo el dinero se canalizará ahora a Kiev a través del Fondo Europeo para la Paz (FPE), la herramienta de la UE para gestionar las intervenciones en conflictos, para suministrar armas a las tropas ucranianas. En cambio, el 10% restante se asignará a ayuda humanitaria mediante el Fondo para Ucrania, el fondo UE dedicado a la reconstrucción de posguerra. Un respaldo "fundamental", en opinión del primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, para "reforzar las capacidades de defensa nacional" comprometidas en protegerse de los ataques de Moscú, que en las últimas horas atacó con drones instalaciones energéticas en las regiones norteñas de Chernihiv y Zhytomyr. .
    Sin embargo, el enfado de Vladimir Putin no se hizo esperar.
    Esta operación, tronó el portavoz del zar, Dmitry Peskov, "no quedará sin respuesta". Empero, Europa no da señales de detenerse ante las amenazas porque el Kremlin, respondió la vicepresidenta Vera Jourova, "es un agresor despiadado y debe pagar por esta guerra".
    En la cumbre de Apulia, los líderes mundiales acordaron apoyar un préstamo de 50 mil millones de dólares en favor de Kiev, que será reembolsado con intereses sobre los aproximadamente 300 mil millones de dólares de activos rusos congelados en total en Occidente.
    Un entendimiento que se encuentra en un delicado equilibrio entre la presión estadounidense y la prudencia de los europeos, comprometidos a actuar como garantes de la operación y preocupados también por posibles reacciones de los mercados y repercusiones en el sistema monetario.
    Ahora, según las esperanzas de los Veintisiete, las asignaciones deberían alcanzar una suma de entre 2.500 y 3.000 millones de euros al año. A la espera del próximo pago, en marzo de 2025, ya están sobre la mesa las primeras opciones para ampliar la renovación de las sanciones a los activos del Banco Central de Rusia y garantizar el préstamo.
   

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