Así lo afirmó el Estado Mayor ucraniano, que precisó que los depósitos de municiones utilizados por los bombarderos tácticos estacionados en el aeropuerto para las incursiones en Ucrania fueron atacados.
La parte rusa no confirmó el bombardeo de la base, pero el Ministerio de Emergencias dijo que se produjo un incendio en el aeropuerto y el gobernador proclamó el estado de emergencia y ordenó la evacuación de cuatro aldeas.
Las autoridades locales hablan de nueve personas heridas en un ataque con drones. Según el Ministerio de Defensa, al menos 75 aviones no tripulados fueron lanzados durante la noche del jueves al viernes por fuerzas ucranianas sobre varias regiones rusas, incluida Lipetzk, y siete drones marinos hacia las costas de Crimea, anexada a la Federación Rusa. Pero los mandos militares dicen que todos han sido interceptados.
El Ministerio del Interior de Kiev denuncia, en cambio, un bombardeo ruso, con un saldo de 14 muertos y 43 heridos, contra un supermercado de la ciudad industrial de Kostiantynivka, en la región de Donetsk, situada a 13 kilómetros de la línea de contacto entre las fuerzas ucranianas y las rusas, que llevan meses de ofensiva en este territorio.
"Rusia será considerada responsable de este terrorismo y haremos todo lo posible para garantizar que el mundo siga apoyando a Ucrania", escribió el presidente Volodimir Zelensky en un mensaje en Telegram.
El jefe de Estado ucraniano también agradeció a los soldados en el frente, esperando que "esta guerra termine lo antes posible con una paz justa y duradera". Palabras que parecen confirmar las opiniones de algunos analistas según las cuales el objetivo del avance sorpresa en la región rusa de Kursk sería ganar mejores posiciones, y terrenos para utilizar como moneda de cambio, en futuras negociaciones.
En estas horas, Moscú está enviando hacia el campo de batalla columnas militares que, según anunció el Ministerio de Defensa, llevan armamento pesado, en particular lanzacohetes múltiples Grad, piezas de artillería y tanques. Las fuerzas rusas, gracias también al fuego de artillería y a los bombardeos aéreos, "continúan repeliendo" los intentos de las fuerzas ucranianas de penetrar más profundamente en el territorio de la Federación, afirmó el Ministerio de Defensa.
Mientras Kiev guarda silencio sobre el progreso de la operación, los blogueros rusos, normalmente críticos con los líderes de Moscú, parecen reconocer que la situación es menos dramática que en los últimos días. El canal de Telegram Rybar, por ejemplo, afirma que "la línea del frente se ha calmado un poco con la llegada de refuerzos", aunque "es prematuro hablar de una situación estable".
Pero algunos medios internacionales, incluidos CNN y The Guardian, basándose en vídeos de blogueros rusos, informan de un ataque lanzado contra un convoy de fuerzas de Moscú que aparentemente fue destruido cerca de la aldea de Oktyabrskoye, a unos 8 kilómetros al este de la ciudad de Rylsk, y a unos 40 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Una ubicación mucho más profunda dentro de Rusia que cualquier combate previamente confirmado. Por eso, mientras algunos medios plantean la hipótesis de una emboscada, otros hablan de un ataque con misiles Himars. En el vídeo se puede ver una docena de camiones al costado de la carretera, algunos completamente quemados, mientras que otros están intactos, pero parecen contener cadáveres de militares.
La situación también sigue siendo tensa en el lado ucraniano de la frontera, en la región de Sumy. La policía dijo que está en marcha la evacuación de 20.000 civiles de 28 asentamientos debido al peligro que representan los bombardeos rusos, que continúan azotando la zona en un intento de destruir las reservas de soldados ucranianos que podrían cruzar la frontera en una segunda oleada para reforzar camaradas que ya estaban enzarzados en la batalla. (ANSA).
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