(ANSA) - BRUSELAS, 04 SET - En el último punto de inflexión, los planes de Ursula von der Leyen para la nueva Comisión de la UE se complican e Italia, una vez más, divide a la mayoría que, apenas en julio pasado, apoyó el "bis" de la alamana como número uno en el Palazzo Berlymont. El nombramiento del minsitro italiano Raffaele Fitto como vicepresidente ejecutivo, con delegaciones potencialmente cruciales como la de los temas económicos, puso los pelos de punta a los liberales, convencidos de que una pieza tan importante de la futura Comisión no puede recaer en un exponente de un partido al que consideran anti-Unión Europea.
Y también podría haber una mano en el movimiento de Renew del presidente francés, Emmanuel Macron, detrás de escena del grupo encabezado por Valerie Hayer.
La cuestión es que chocan dos visiones sobre el papel que debe asignarse a Fitto (y, por lo tanto, a Italia): la del PPE, convencido de que premiar al gobierno de Giorgia Meloni significa acercarlo a las posiciones más moderadas del Partido Popular; y la de quienes, como Renew, aspiran a una mayoría que seguirá siendo la que votó a Úrsula bis en el futuro, con Hermanos de Italia fuera y los Verdes dentro.
Von der Leyen, con cierta intuición de un clima con aires tormentosos, acudió personalmente a la Cámara Europea donde, según confirmaron múltiples fuentes cualificadas, se reunió con los presidentes de Renew, los Verdes y los socialistas de la UE.
Pero en la primera reunión bilateral de la agenda, la de Hayer, recibió inmediatamente un rechazo. "El nombramiento de Fitto es motivo de preocupación", explicó la líder del grupo macroniano, basándose en lo que se supo de quienes siguieron el tema del nombramiento. Por la mañana, sin embargo, se pronunció el líder del PPE, Manfred Weber, confirmando que a Fitto se le asignará un vicepresidente ejecutivo y subrayando que la comisión popular estará compuesta por 14 miembros.
Se espera que Von der Leyen presente el nuevo equipo el próximo miércoles. Luego, después de unas semanas, comenzarán las audiencias. Y es ahí donde, además de medir la preparación del candidato a comisario, podría alterarse el delicado equilibrio de la mayoría.
Una comisión parlamentaria, si lo solicitan los grupos, puede expresar su opinión sobre cada candidato mediante una votación. Mientras que el pleno está llamado a decidir, con escrutinio abierto, si apoya o no a la Comisión en su conjunto. Pero es en los individuos donde la mayoría podría caer en el caos.
Hay quienes en la Cámara Europea, por ejemplo, predicen que los conservadores finalmente obtendrán más votos a favor de los candidatos que los Verdes, que también apoyaron el bis de Úrsula.
Sin olvidar el papel de los Patriotas, en la oposición pero numéricamente incómodos. "Fitto tiene los requisitos para representar a Italia", ya anticiparon desde la Liga. El Partido Democrático, pero también los socialistas en su conjunto, guardan un prudente silencio en estos momentos.
Mucho dependerá del papel que Von der Leyen quiera asignar a los (pocos) exponentes del PSE. Renew, en cambio, debería tener a cinco de sus miembros en el Palacio Berlaymont.
Entre los vicepresidentes ejecutivos, además del ministro italiano, están en primera posición Thierry Breton, Valdis Dombrovskis y Teresa Ribera.
Según los trascendidos de Bruselas, el voto por la ministra española de la Transición Ecológica y el de Fitto son dos caras de una misma moneda: si uno cae, el otro también cae.
"La competencia y el equilibrio son los dos criterios prioritarios para la Comisión", aseguró Von der Leyen durante la rueda de prensa en la que se presentaron las 14 recomendaciones del diálogo estratégico sobre agricultura. Un equilibrio -precisó- que debe ser geográfico, político y de género.
Sin embargo, queda la cuestión de la clara mayoría de candidatos hombres sobre mujeres, que serían diez en total.
"La mitad de la población europea está representada por mujeres. Por eso envié la solicitud a los Estados miembros para que también presentaran candidatos. Sin mi carta, y sin el debate que surgió de ella, habrían quedado cuatro mujeres y 21 hombres de 25 comisarios, a excepción de la presidente y del Alto Representante", subrayó Von der Leyen, explicando que el juego sigue abierto.
Sobre todo, Malta y Eslovenia están en riesgo, ya que rechazaron la invitación del presidente de cambiar su candidato con personalidad femenina. (ANSA).
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