El tiempo se acaba y, a pesar de un "diálogo continuo", la misión decisiva del ministro de Comercio, Wang Wentao, en el corazón de la Unión Europea, prevista ahora para el 19 de septiembre, todavía arrastra toda su carga de incertidumbres de cara a la reunión con su homólogo y vicepresidente del ejecutivo de la UE, Valdis Dombrovskis.
La noticia de hoy sobre el espinoso tema comenzó con el agradecimiento de Pekín por la "evaluación objetiva y racional" expresada el miércoles por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, según la cual la UE debería "reconsiderar" el plan de imponer derechos antisubvenciones adicionales hasta el 36.3 % en coches eléctricos chinos.
"La esperanza es que Europa pueda llegar a un punto intermedio con China y promover lazos económicos sanos y estables", comentó la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, en la rueda de prensa diaria, asegurando que Pekín "trabajó para buscar soluciones que puedan ser aceptadas por ambas partes".
Sánchez acaba de concluir una misión de cuatro días en China bajo el lema de una llamada al diálogo y destinada a evitar que, en respuesta a los planes arancelarios de Bruselas, Pekín pueda apuntar a la carne de cerdo europea tras la investigación iniciada como respuesta a la represión del comercio electrónico.
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España, principal exportador del sector entre los países de la UE a Pekín, tiene un negocio que defender que ascendía a 1.200 millones de euros en 2023.
Pero Pekín también abrió investigaciones antidumping sobre lácteos, coñac y presentó un recurso ante la OMC, subrayando el deseo de reaccionar y atacar intereses sensibles en estados clave de la UE.
La Comisión Europea, sin embargo, rechazó las últimas ofertas de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos para ajustar los precios para evitar aranceles, anunciadas tras una larga investigación por iniciativa de la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyen.
Los funcionarios europeos estuvieron sopesando los aranceles necesarios para proteger a los fabricantes de la UE frente a un tsunami de vehículos eléctricos de bajo costo fabricados en China que, según la UE, están injustamente subsidiados por Pekín.
Olof Gill, portavoz del Comité de Comercio y Agricultura, dijo que el ejecutivo había rechazado "ofertas de compromisos de precios" de varios exportadores de automóviles chinos, pero que Europa seguía "abierta a una solución negociada".
"La Comisión concluyó que ninguna de las ofertas era satisfactoria".
Los 27 Estados de la UE votarán sobre los aranceles a los coches eléctricos chinos a finales de octubre.
El rechazo de las ofertas de las empresas chinas se produjo en una fase de crecientes divisiones dentro del bloque sobre Pekín, en medio de temores de una costosa guerra comercial como represalia.
"No corresponde a la Comisión ser prescriptiva sobre la solución. Estamos abiertos a las negociaciones. Depende de ellos", concluyó Gill.
Está previsto que las negociaciones continúen. (ANSA).
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