(ANSA) - SHENGJIN, 16 OTT - Italia era el destino soñado de los 16 migrantes interceptados en el mar el último domingo por la noche. Esta mañana han desembarcado en el puerto de Shengjin, en Albania, tras un largo viaje a bordo del buque Libra de la Armada italiana.
Son así, 10 bangladesíes y seis egipcios, los primeros en experimentar lo llamados procedimientos fronterizos acelerados en un tercer país, y serán retenidos en el campamento Gjader, con la esperanza de poder evitar la repatriación a su tierra.
Todos menos dos -luego se agregaron otros dos, cuatro en total- que se declararon menores y que, por lo tanto, no entrarían en el acuerdo entre Roma y Tirana que prevé el procedimiento solo para los varones adultos, por lo que fueron devueltos en una patrullera al barco de la Armada, con destino a las costas italianas, donde serán evaluados por las comisiones presentes en los puntos críticos nacionales como ocurre en situaciones similares.
Poco antes de las 8 (Hora local), el barco Libra apareció en el puerto, atracando en un muelle especial, a poca distancia del hotspot instalado en el interior del puerto. Después de unas dos horas comenzó el desembarco.
Los inmigrantes fueron dejados en grupos de cuatro. En fila india, escoltados por la policía italiana, con la cabeza baja, recorrieron la corta distancia hasta la entrada del centro, donde los esperaban médicos, intérpretes y mediadores culturales, mientras que el personal de ACNUR (ente de refugiados de la ONU) y de la Organización Mundial de Migraciones (OIM) estaban junto a ellos.
Las operaciones comenzaron con un control de salud, tras lo cual se les dio refrescos y se les proporcionó ropa nueva. El proceso de identificación, sin embargo, fue más largo y continuó hasta bien entrada la noche, aunque inicialmente se pensó que duraría tan solo unas pocas horas.
El destino final es el campamento de Gjader, en el interior, a unas decenas de kilómetros de distancia del puerto.
Es en la zona de recepción del lugar, actualmente con capacidad para 400 personas, donde los inmigrantes pasarán las próximas semanas, esperando el resultado de su solicitud de asilo.
Aquellos cuya solicitud sea rechazada serán trasladados al Centro Permanente para la Repatriación (CPR), dentro del campo, donde también se ha habilitado una pequeña prisión para quienes cometen delitos.
En la pequeña ciudad de Shengjin, la llegada de inmigrantes pasa casi desapercibida. Marash Prekbibaj y su esposa regentan una modesta tienda de chucherías, justo enfrente de la entrada del puerto. Lo único que les llamó la atención fue el nutrido grupo de periodistas. Por lo demás, "los inmigrantes son bienvenidos. Nosotros, los albaneses, somos como ellos", explica a ANSA.
A pocos metros, el camarero de un bar disfruta de la presencia del personal italiano del local, que "todas las mañanas viene aquí a tomar un café. El consumo en el bar ha aumentado un 30 por ciento". En Albania, la polémica sobre el acuerdo entre Tirana y Roma se calmó en poco tiempo, aunque hoy, frente al puerto, un grupo de jóvenes activistas albaneses llegó desde Tirana para manifestarse, desplegando una pancarta que decía en inglés: "El sueño europeo termina aquí' y una gran foto del premier albano, Edi Rama, y de Giorgia Meloni, uno al lado del otro, vestidos con el uniforme de policía penitenciario.
"Hemos impugnado el acuerdo desde el principio porque viola gravemente los derechos humanos", afirma Sidorela Vatnikaj, una de las activistas, afirmando que "tanto Rama como Meloni son dos líderes autocráticos y no han sido transparentes sobre el acuerdo, que corre el riesgo de convertirse en un precedente peligroso para Europa". (ANSA).
Italia era el sueño, pero desembarco en Albania
Cuatro menores sí fueron enviados. Largo proceso de identificación