Primero en Bruselas, donde participará en el Consejo Europeo y visitará la sede de la OTAN, y luego en Berlín, donde se espera una cumbre a cuatro bandas con Joe Biden, Olaf Scholz, Emmanuel Macron y Keir Starmer tras la cancelada por el huracán Milton.
Entre las cuestiones clave está el ingreso en la OTAN y la novedad es que, por primera vez, se vislumbra dentro de la Alianza la posibilidad de conceder la ansiada invitación formal a sabiendas de que la adhesión seguirá siendo un proceso largo y tortuoso.
Solo parecen detalles, pero ahora la forma es fondo, porque a ambos lados del Atlántico se es consciente de lo delicada que es la situación en el campo de batalla.
"Puede que aún no estemos en el momento de la verdad, pero puede que estemos cerca", subrayó un diplomático aliado en vísperas de la reunión ministerial de Defensa, en la que por primera vez participarán en este formato socios asiáticos (Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda).
El Kremlin, como era de esperar, respondió al anuncio de Zelensky con una afirmación trillada: su plan -declaró el portavoz del presidente Vladimir Putin- es "probablemente el mismo que el de los estadounidenses, el de luchar contra Rusia hasta el último ucraniano".
De hecho, varias fuentes aliadas confirman que en los pasillos se discuten abiertamente varios escenarios, incluidos los que implican la concesión de territorio a cambio de la paz.
Hipótesis que el presidente ucraniano niega rotundamente en público. El modelo que se evoca es el alemán, que permitió a Alemania Occidental unirse a la Alianza a pesar de que el Este estaba bajo control soviético.
Scholz lo sugiere claramente. "Además de un claro apoyo a Ucrania, llegó el momento de hacer todo lo posible para explorar cómo llegar a una situación en la que esta guerra no se prolongue indefinidamente", dijo al parlamento alemán, afirmando que estaba abierto a conversaciones con Putin.
Sin embargo, el enfoque va acompañado de "soluciones creativas" también en el frente aliado.
"El primer punto en la lista del plan de Zelensky es la invitación a unirse a la OTAN porque sabe que solo el artículo 5 puede protegerlo de Rusia a largo plazo: bueno, el ambiente sobre la cuestión está cambiando", dice una alta fuente diplomática aliada.
"Por supuesto, por el momento es poco probable que así sea, pero la solicitud, tanto de los ucranianos como de los aliados favorables, se intensificará de aquí a la próxima cumbre de la OTAN, y no excluyo que la invitación eventualmente se extienda".
Ucrania, cabe señalar, sin embargo, no es Suecia ni Finlandia, el proceso de reforma necesario para unirse a la Alianza será complejo y luego tendrá que haber una situación estabilizada en el frente.
Por tanto, necesariamente transcurrirá algún tiempo entre la invitación y la entrada real. Pero el punto de inflexión podría ayudar a Zelensky a mantenerse en el juego, considerando las presiones en el frente interno y el invierno difícil que enfrenta.
El secretario general, Mark Rutte, reveló por su parte que la OTAN está "en buen camino" para entregar los 40.000 millones de euros prometidos a Kiev para el próximo año, tal y como se acordó en la cumbre de Washington.
"Puedo anunciar - dijo - que los aliados han comprometido 20,9 mil millones en ayuda militar en el primer semestre de 2024".
El presidente Biden, por su parte, anunció un nuevo paquete de ayuda militar de 425 millones de dólares, probablemente la contribución estadounidense a la coreografía de los anuncios previstos en la reunión ministerial aliada, donde también se celebrará un Consejo OTAN-Ucrania organizado para la ocasión en un formato de cena más informal.
"Será una oportunidad para escuchar en vivo las actualizaciones desde el campo de batalla y las necesidades reales de Ucrania", explicó una fuente.
"No todos los aliados están haciendo tanto como deberían en este momento, por lo que es útil tener cierta inyección de urgencia política". (ANSA).
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